(Vanesa López/APL) Hace más de sesenta y ocho días que los salarios de trabajadoras y trabajadores del estado provincial se encuentran en cuarentena. “Al día de la fecha, son cinco (5) los casos confirmados de COVID19 en la provincia del Chubut. De los cuales 3 se encuentran recuperados (curados). Este martes 26 de mayo, se confirmó un nuevo caso” (1). En virtud de ello, Trelew, Rawson, Puerto Madryn, Puerto Pirámides, Gaiman y 28 de Julio vuelven a suspender las actividades de esparcimiento, comerciales y familiares. Un caso positivo que impuso en la agenda nuevamente el distanciamiento social, el control, la vuelta atrás al tiempo de esparcimiento, a la reunión familiar y a la apertura de comercios. Quedate en casa. Pareciera adrede el “nuevo caso”. Justo aparece en escena el día previo a la concentración de trabajadoras y trabajadores estatales en Rawson. La convocatoria surgió para exigir al gobierno provincial el pago de los salarios adeudados.
SEMANA DE MAYO CON BARBIJO Y SIN BOZAL
Trelew 20 de mayo: La convocatoria fue realizada por las y los trabajadores de las fábricas SEDAMIL Y FYRSA. Asistieron trabajadoras y trabajadores del estado, integrantes de las Asambleas por el No a la Megaminería, trabajadores independientes y organizaciones sociales. Trabajadores de la salud convocaron en esa oportunidad a marchar hacia Rawson el día miércoles 27 de mayo.
Rawson 25 de mayo: trabajadoras y trabajadores docentes y de salud se concentran en la peatonal de Casa de Gobierno bajo las consignas “Fuera Arcioni”, “No es No” y “Pagá los sueldos”.
Rawson 26 de mayo: el Sindicato de Trabajadores de la Justicia marcha por la ciudad capital en reclamo de los haberes adeudados.
BARBIJOS SÍ, BOZALES NO
Desde hace aproximadamente tres años los trabajadores estatales sufren una importante merma en sus ingresos por el no cumplimiento de acuerdos paritarios desde el poder ejecutivo. Esta decisión incluyó la clasificación y ordenamiento en el pago de los salarios de acuerdo al monto de ingresos. Se estableció así el pago en rangos. En este ajuste hacia los trabajadores dependientes del estado provincial, quedó exceptuada la policía de la provincia. No sólo fueron siempre los primeros en percibir sus salarios sino que además, algunos sectores – selectos funcionarios y empleados del Ministerio de Seguridad – fueron beneficiados por un adicional conocido como “acuerdo de confidencialidad”. (2) (Decreto 147 de fecha 17-02-20 PCH).
La crisis económica en la provincia no era sólo estatal antes de la pandemia. El personal obrero de las empresas textiles y fábricas pesqueras de la zona, dieron el puntapié inicial de los reclamos en el presente año.
Iniciada la cuarentena, el “quedate en casa” se dibujó en el cercenamiento de derechos humanos por la impronta que el ministerio de gobierno le imprimió a su área de control. Usaron escuelas como centros de detención para los sospechosos de violar la cuarentena en Trelew, Puerto Madryn… Maniataron, abusaron, persiguieron a ciudadanxs… hasta la presentación de distintos Hábeas Corpus que hicieron retrotraer las “metodologías del exceso” del Super Ministro Massoni.
Mientras tanto, la pandemia política-económica engendraba suspensiones en el sector privado, desocupación y un aumento creciente de la pobreza traducida en la imposibilidad de satisfacer las mínimas necesidades básicas de la mayoría de la población.
Nuevamente fueron las y los trabajadores de las fábricas quienes en Rawson y Trelew impulsaron la consigna “SIN SALARIOS NO HAY CUARENTENA” y comenzaron a recuperar el espacio público.
Mientras los trabajadores textiles resisten en las fábricas, las calles comienzan a agrupar a trabajadores dependientes del estado denominados “autoconvocados”. Es decir, trabajadores que no son representados por las burocracias sindicales. Estas dirigencias sindicales estatales – casi en su mayoría – conforman un frente denominado MUS (Mesa de Unidad Sindical). Es un detalle mencionar que la mayoría de las dirigencias “simpatizan” con la gestión de gobierno nacional.
Los poderes legislativos y judicial brillan por su ausencia permitiendo el reinado de una casta política que impulsa la expoliación de nuestras riquezas naturales entregando el agua y la vida a cambio de megaminería.
NO ES NO es la otra bandera que se levanta en este paisaje de reclamos dignos. Sigue vigente la conocida Ley 5001 – Ley XVII-Nº 68 – que es la que determina la prohibición de la actividad minera metalífera en el ámbito provincial pero incluye salvedades, como por ejemplo la zonificación. Las Unión de Asambleas por el No a la Megaminería (UACH) se ha pronunciado permanentemente en contra de la zonificación y sostiene, junto a otras organizaciones sociales que la crisis en que han sumergido a la provincia es para ofrecer la alternativa de la explotación minera como la única salida económica. Salida, por otro lado, que lleva el guiño del gobierno nacional de Fernández y Fernández.
ES EN EL ESPACIO PÚBLICO, EL LUGAR DONDE CONFLUYEN LOS RECLAMOS
Entonces, patronales y gobierno adeudan casi tres meses de salarios. En las fábricas se organizan ventas de empanadas para pagar el alquiler de alguna compañera y así evitar otro desalojo. Se planifican rifas, se comparte el plato de comida…se ríe y se llora también.
Pero no alcanza.
En el día de la fecha trabajadoras/es del Hospital Santa Teresita de Rawson, leyeron un comunicado que expresaba:
“Los Trabajadores del Hospital Santa Teresita de Rawson les comunicamos que en nuestro nosocomio:
Falta personal de limpieza y se sobrecarga a las pocas compañeras que hacen esta tarea. (…) Tampoco se provee de elementos para hacer la desinfección de nuestras áreas de trabajo ni de insumos para nuestro cuidado personal como tapabocas, antiparras, guantes.
No hay protocolo para covid 19 en las distintas oficinas y otros lugares de trabajo, sólo lo tienen las áreas de consultorio y guardia (…)
Funcionamos en horario y tareas de siempre, en espacios reducidos sin la distancia que se recomienda. Así, trabajamos sin condiciones de bioseguridad.-
Además… Se viola permanentemente el Convenio Colectivo de Trabajo con la excusa de la pandemia, hay hostigamiento, persecución y violencia laboral caprichosa e injustificada. Se llegó a crear un contralor médico paralelo, donde nuestros certificados de cualquier dolencia pasan por muchas manos, vulnerándose nuestra privacidad, y son reprobados por un psiquiatra sin motivos valederos. (…)
Se rescindió el contrato de dos compañeros del área de salud mental. En plena crisis quedaron sin trabajo.
La pandemia llega a una provincia que desde hace años no tiene políticas sanitarias, ni la infraestructura necesaria.
En este contexto externo e interno, con los salarios pagados tarde y mal … la salud mental y física propia y de nuestra familia está siendo gravemente afectada. Nuestro trabajo es totalmente INSALUBLE no por el Covid 19, sino por las políticas del estado provincial, ministerios de seguridad, salud y la dirección del Hospital.-
Responsabilizamos por todo al gobernador y como nunca dio respuestas LE EXIGIMOS QUE RENUNCIE.
También queremos trasmitirles por el futuro de la salud de los chubutenses nuestro contundente:
NO A LA MEGAMINERIA ”
Así está el paisaje social en una provincia que fue saqueada por funcionarios y afines durante décadas. Las evidencias son notables, cualquier institución estatal tiene síntomas de decadencia y abandono. Escuelas, centros de atención primaria de la salud, hospitales, “hogares de adolescentes”, cárceles…
En paralelo, la casta política y las burocracias sindicales trabajan denodadamente en las redes sociales, sugiriendo y aconsejando quedate en casa.
No estarían funcionando los consejos y el miedo impuesto ya porque sin salarios no hay cuarentena posible.
- http://www.ministeriodesalud.chubut.gov.ar/archivos/2020/05/Reporte-Diario-Coronavirus-27052020.pdf
- Decreto Nº 147 /17-02-20) en imagen