(Por Oscar Castelnovo/APL) El campeón de las Olimpíadas Bonaerenses de Arte, Luis Alberto Barrios (20), se halla «engomado» en una celda de la Unidad 32 de Florencio Varela, gravemente enfermo, sin atención médica, sin remedios ni colchón, donde está detenido por una causa armada por la policía, tras ser apuñalado en siete ocasiones por el hijo de un efectivo bonaerense. «Hache», tal es su nombre artístico, ganó reiteradas veces del campeonato olímpico y la última (2018) lo hizo con un rap contra la violencia de género. De modo precedente, desde 2014, había logrado el título reuniendo 5 medallas de oro consecutivas. Hoy, el Servicio Penitenciario Bonaerense le niega rehabilitación y medicación para su organismo en pésimas condiciones: hígado, estómago, pulmones, entre otros. «Hache» también modelaba ropa antes de los hechos que cambiaron el rumbo de su vida que conserva milagrosamente tras el ataque y el empeño del SPB. El joven, claramente pertenece al grupo de riesgo por covid-19 y no debería permanecer en las jaulas de mala muerte, aunque le negaron toda morigeración. Por eso, a pedido de su madre, esta Agencia publica la Carta que ella misma escribió en la desesperación ante el intento de aniquilamiento a su hijo que decidió el Estado, desde diversas instancias. Toda nuestra solidaridad con esta lucha. (Más abajo, el audio y video del Rap contra la violencia de género y la Carta de Patricia González. Contacto PG: +54 9 11 6249-7730)
La Carta
Mi nombre es Patricia González, madre de Luis Alberto Barrios, un chico de 20 años, estudiante, bueno, educado y sobre toda una persona con un corazón inmenso quien jamás dañaría a nadie. El 6 de enero de 2019 fue agredido con un arma blanca por el hijo de un policía en un cumpleaños, la policía le armo una causa judicial por «robo agravado» para que el agresor no sea imputado por un homicidio o tentativa, ya que mi hijo quedó en coma inducido durante dos meses y los médicos no le daban esperanzas de vida.
Fue intervenido quirúrgicamente 6 veces, donde se le proporcionó drenajes en los pulmones, una traqueotomía, perdió pedazos de órganos, tuvo neumonía y varios virus hospitalarios, quedó en un estado vegetativo, realmente creímos que no saldría de esa cama pero el despertó de ese coma, de un día para el otro, con su abdomen abierto, con una malla gástrica, desnutrido, con su traqueo abierta y sus músculos atrofiados.
Al poco tiempo de haberse despertado en plena recuperación, el 14 de marzo, los médicos le dieron el alta del hospital porque no querían tener a la policía en el lugar, él ni siquiera podía sentarse en la cama de lo delicado que estaba, lo llevaron en una camilla a la Unidad 22 de Lisandro Olmos donde con el tiempo volvió a ingerir comida vía vocal, aprendió a caminar nuevamente en una celda, sin ayuda de ningún kinesiólogo por eso hasta hoy en día presenta problemas musculares y de huesos a falta de rehabilitación profesional.
El 26 de abril del mismo año le llegó un traslado a otra unidad carcelaria está vez en Florencio Varela la Unidad 42, mi hijo Luis desde que salió del hospital no volvió a tener controles, estudios ni ninguna clase de atención médica lo poco que se recuperó hasta la actualidad lo hizo sólo, con su propia voluntad después de salir de la muerte, estuvo más de 10 meses en la Unidad 42 hasta que fue trasladado en abril de este año a la unidad 32, a unos depósitos donde actualmente duerme en el suelo con frazadas y muchísima humedad.
Mi hijo tiene cirugías como mencioné y problemas respiratorios, enfisemas pulmonarias crónicos y no respira con normalidad el oxígeno proveniente del aire, desde un principio le negaron todo, toda clase de morigeración arrestos domiciliarios y encarcelaciones, el no tiene ningún antecedente es una persona limpia de pies a cabeza, conozco a mi hijo mejor que nadie, el actualmente se encuentra detenido hace un año y cinco meses, lo último que pedimos a sido un arresto domiciliario por la pandemia ya que él tiene todos los requisitos y mas para entrar en la población de riesgo por el coronavirus y también se lo han negado. Ya no hay palabras para explicar el dolor que siento al saber todo lo que Luis mi hijo ha sufrido y sufre por una causa a la cual es totalmente inocente y no hay ninguna prueba que afirme que él es culpable, eso es lo más doloroso, solamente pido ayuda.
Junio de 2020