Criticar los crímenes del Estado de Israel ahora puede ser un acto terrorista

(Por Rosario Parisi/ APL) El genocida Benjamín Netanyahu, primer ministro israelí, continuará su obra macabra -y tan idéntica a la sufrida por los judíos en la Segunda Guerra Mundial-, hacia el pueblo palestino, tras un pacto avalado por más de 31 países, destacando a la Argentina con el apoyo entusiasta de su presidente, Alberto Fernández, y el canciller Felipe Solá. Cabe resaltar que en la misma dirección marchaba el exmandatario Mauricio Macri. Estados Unidos fue un principal impulsor del engendro. De este modo, el Gobierno Nacional adoptó para nuestro país la definición de antisemitismo aprobada por la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA). Textualmente, la nueva definición reza: «El antisemitismo es una cierta percepción de los judíos que puede expresarse como el odio a los judíos. Las manifestaciones físicas y retóricas del antisemitismo se dirigen a las personas judías o no judías y/o a sus bienes, a las instituciones de las comunidades judías y a sus lugares de culto». O sea, criticar al Estado de Israel, principalísima institución judía, puede ser castigado penalmente. (Foto izquierda: Niñxs judíos en campo de concentración nazi/ Foto derecha: Niñxs palestinos en campo de concentración israelí.)

El hecho se oficializó el 8 de junio pasado, en el Boletín Oficial, y pasó casi inadvertido socialmente. Cabe recordar también que fue acordado por el presidente Alberto Fernández en su viaje a Israel, en el marco del Quinto Foro Mundial del Holocausto, que tuvo lugar el 23 de enero pasado, para conmemorar el 75º aniversario de la liberación de Auschwitz y el Día Internacional de Conmemoración del Holocausto.

La definición fue votada por la Legislatura porteña, casi por unanimidad, exceptuando a la izquierda.

LEGISLATURA VERGONZANTE

Deshonrosa y vergonzante, como mínimo, resulta la aprobación votada por la legislatura porteña, que promulga la incorporación del «concepto o definición» de ANTISEMITISMO establecido por la Alianza Internacional para el Recuerdo del Holocausto (IHRA). La bandera de ésta causa, nada tiene de genuino interés por el Holocausto, su memoria ni con el antisemitismo.

El proyecto llegó a la Cámara por una iniciativa del ministerio de Relaciones Exteriores, a cargo de Felipe Solá, que invita a los poderes judiciales y legislativos a adherir a aquella declaración. La invitación no es un detalle menor, pues al adoptar la resolución del Ministerio, el ámbito de vigencia de la disposición se extiende a todas las instituciones estatales del país, fundamentalmente en la docencia y la Justicia. Así, estos hechos podrían criminalizar  toda denuncia contra el Estado de Israel y/o en defensa del pueblo palestino para cualquier luchadxr y ser acusado de antisemita y terrorista.

La resolución, votada por la IHRA en 2016, de este modo manipulador, introduce entre las “instituciones” especialmente al Estado de Israel. Indica como “causal” de antisemitismo “las manifestaciones pueden incluir aquellas dirigidas al Estado de Israel, concebido como una colectividad judía…».

 La consideración manifiesta en éste último tramo, «colectividad judía», deja a todas luces vista, el verdadero antisemitismo, ya que el Estado de Israel, cuenta con gran cantidad de población semita no judía.

Por otro lado, Israel se apresta a anexar Cisjordania, lo cual lo convierte en “estado apartheid” formal. Ya que los colonos judíos de esos territorios, apropiados por la fuerza, conservarán la ciudadanía israelí, no así sus residentes históricos, los palestinos.

EL PUEBLO PALESTINO

Esta concesión a esa política a la que ahora Argentina y la Ciudad de Buenos Aires se someten fue criticada por diversas organizaciones sociales y políticas que se solidarizan con la lucha y resistencia del pueblo palestino. 

Por su parte, el Comité Argentino de Solidaridad con el Pueblo Palestino expresó: “queremos señalar que tal adhesión, concebida como un acto de compromiso con los derechos humanos, la igualdad y la no-discriminación que compartimos, puede esgrimirse como una herramienta de hostigamiento y persecución para silenciar las críticas hacia un Estado que, recurrentemente, violenta las normas de los Sistemas de Derecho Internacional Público y de Derechos Humanos y a la doctrina que lo sustenta”.

Y agregan: “la manipulación se completa por medio de un desplazamiento semántico, presentando los juicios condenatorios a los actos del Estado ocupante y colonizador de Palestina y de su ideología segregacionista como valoraciones hacia grupos y personas que profesan una religión específica, recrean una cultura particular o hablan una lengua determinada, que remite a los pueblos del Medio Oriente. De esta forma, se despliega el chantaje retórico que busca obstruir el debate racional, excluyendo del campo discursivo las voces que articulan la solidaridad con el pueblo palestino.”

Declarar a la lucha contra el estado sionista como judeofobia es querer encuadrar a todos los judíos, sin distinción, en cómplices del sometimiento palestino y de las masacres que lo acompañan. Esto sí que es antisemitismo.

Finalmente, todos los gobiernos alineados con el Estado de Israel, resultan cómplices de la política genocida del régimen sionista.

Irónicamente, promueven el hashtag «nunca más» aludiendo al sufrimiento de los judíos a cargo de la Alemania nazi. Sin embargo, mediante los enormes recursos económicos que manejan, el apoyo yanqui, la manipulación mediática, herramientas de chantaje y extorsión, ejecutan hoy hechos propios, tan idénticos a los realizados por los nazis.

Por la MEMORIA de los Millones de judíos exterminados en el Holocausto.

En contra de toda clase y forma de Racismo.

Por la GENUINA LUCHA del Pueblo Palestino!