Covid-genocidio 2020: el estar sanos no es negocio

(Por Bárbara Taboada/(Foto: Martín Muollo/APL) No salió en los medios cómplices que en plena crisis sanitaria, la OMS  y la ONU respaldaron el lanzamiento de 480 satélites espaciales Starlink, los cuales fueron enviados por la empresa privada estadounidense de transporte aeroespacial del magnate Elon Musk, a pesar de las quejas presentadas por médicos, científicos, astrónomos y medioambientalistas desde el 2015. Tampoco fue noticia que se instalaron millones de antenas camufladas en diversas ciudades para el mismo proyecto; mientras la población mundial estuvo privada de su libertad, y ajena a la consulta pública. Este proyecto es de larga data. La firma de satélites “Starlink” tiene permiso otorgado para lanzar 12.000 unidades este año, y ha presentado documentos en la Comisión Federal de Telecomunicaciones (CFT), para solicitar aprueben otros 30.000 satélites mas; los cuales se suman a contaminar la malla eléctrica terrestre y debilitar los campos eléctricos/sistema inmunológico de cada especie viva en este planeta.

Mientras la “política pandémica” nos obliga a incrementar el uso de internet, el “tele-trabajo”, la “tele-educación” y las videoconferencias; también aumenta la obligatoriedad a vivir en un mundo digital, en el cual hoy día para salir de nuestras casas y sostener una mínima economía, necesitamos un teléfono celular, conexión a internet, ” bajar” las aplicaciones que el Estado ordene y obedecer al nuevo orden. ¿Pero qué relación tienen los satélites, en este contexto? ¿Cuál sería el fin de este despliegue?  Imponer la tecnología 5G, la cual por un lado brindará mayor velocidad de conexión de internet inalámbrico en cada rincón del planeta, para los usuarios que puedan pagarlo; y por otro lado, permitirá una mayor rentabilidad del extractivismo de datos (obtener mas datos personales de cada usuario de modo más dinámico), sin importar las consecuencias reales y las afecciones para nuestra salud.

ESTAMOS RADIADOS!! DENUNCIAS Y ANTECEDENTES..

El 16 de junio del 2018, en Segovia se realizó una importante marcha pidiendo «tecnología segura» y biocompatible ante la llegada inminente de la telefonía móvil 5G a España. Allí participaron enfermos con síndromes de hipersensibilidad a los campos electromagnéticos (CEM), y prestigiosos científicos expertos en bioelectromagnetismo como Magda Havas, Annie Sasco y David Carpenter, que participaron en las I Jornadas Científicas organizadas ese mismo día por la Asociación de Electro y Químico Sensibles por el Derecho a la Salud (EQSDS).

Allí, los expertos advirtieron que las altas frecuencias (53-78 Ghz) del 5G, poseen mayor capacidad para penetrar en el organismo: «Al exponernos a esta radiación, se altera el funcionamiento de las células», especificó Magda Havas, profesora de ciencias ambientales de las universidades canadienses de Toronto y de Trent. Sus palabras hoy suenan fuertes, al recordar que hace dos años expuso que la radiación de esta tecnología hoy vigente,  podría crear una “catástrofe sanitaria”, en la que las personas con hipersensiblidad electromagnética podrían sufrir ictus o infartos por coagulación de la sangre, ya que en ellos los glóbulos sanguíneos se aglutinan, y no fluyen libremente cuando están expuestos a la radiación.

Pero la OMS y la ONU hicieron caso omiso a las demandas.

El problema no son solo los satélites Starlink; ya que la empresa Amazon, Facebook y Google Loon también quieren su tajada, y están presentando permisos para hacer sus lanzamientos.

Como expusimos en la nota anterior (ver: https://agenciaparalalibertad.org/covid-genocidio-2020-hipervigilancia-y-extractivismo-digital/), las nuevas políticas globales, están enfocadas a drenarnos mas que a “cuidarnos”… propiciando al extractivismo digital, la hipervigilancia naturalizada, la apropiación de nuestros datos personales y la enfermedad para luego “implementarnos” o “vendernos” la posible cura.

¿QUÉ ES EL 5G? 

5G refiere a la quinta generación de redes móviles de telefonía celular.

La primera generación de celulares (1G) fue lanzada en la década de los 80, brindado el servicio de llamada. La segunda generación de celulares (2G), permitió enviar mensajes de texto; la tercera (3G)  incorporó la imagen e internet, y la cuarta (4G) posibilitó una conexión más rápida a internet, video y streaming.

A la quinta generación de internet (5G), se la denomina la “internet de las cosas”. Permitirá a quien pueda pagarla, una navegación wi-fi 20 veces más rápida de la que permite el 4G en la actualidad; y sumado a esta, la posibilidad del uso de inteligencia artificial en objetos cotidianos: Desde electrodomésticos simples a vehículos motorizados, o cirugías teledirigidas en y desde, cualquier lugar del mundo; pero su implementación implica que estemos radiados 24hs al día, sin lugares naturales seguros; lo cual es una violación a los derechos humanos, ambientales, étnicos y territoriales..

Ceferino Maestu, director del laboratorio de bioelectromagnetismo del Centro de Tecnología Biomédica dependiente de la Universidad Politécnica de Madrid. Afirma que con el 5G, el despliegue masivo de cientos de pequeñas antenas de un tamaño variable –entre una moneda y una pizza– que estarán por todas partes y activas las 24 horas del día, nos someterá a “una nube de radiación creciente».

En vez de emplazarse solo en las alturas, como solemos verlas; estas antenas se instalan también a nivel del suelo, más cerca de la calle, y a unos 75 metros de distancia entre sí para asegurar la interconexión de los millones de dispositivos inteligentes inalámbricos con los que se estará en red (sistemas inteligentes de transporte, Smart Grid, internet de las cosas, e-salud y domótica). Esto no es una idea futurista. Ya esta ocurriendo en algunos países.

Los satélites y antenas se vienen poniendo a prueba en diversos experimentos con tecnología 5G, de los cuales se difunden solo sus ventajas, y se esconden consecuencias.

Wuhan fue la primera ciudad china en instalar tecnología 5G, del mismo modo “San Marino” en Italia.

En Barcelona, el doctor Antonio de Lacy ha realizado durante el Mobile World Congress 2019 la primera intervención quirúrgica a distancia con la nueva tecnología y ha sido noticia a nivel global.

EVOLUCIÓN TECNOLÓGICA Y CONTAMINACIÓN ELECTROMAGNÉTICA

Hay que tener en cuenta que la implantación del 5G incrementará masivamente la exposición a la radiación de radiofrecuencia de las telecomunicaciones, acumulándose con las actuales redes 2G, 3G y 4G; que YA son dañinas, aunque se diga lo contrario.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) calificó la tecnología móvil inalámbrica como cancerígeno de nivel 2B (aquellos compuestos con los que, teniendo en cuenta los muy bajos niveles de exposición y los resultados de investigaciones reunidos hasta el momento, no tienen ninguna prueba científica convincente de que sean cancerígenos); pero es sencillo de entender el porqué no se hacen las evaluaciones correspondientes.

QUIENES INVIERTEN EN ESTOS PROYECTOS, TAMBIÉN SON LOS PRINCIPALES FINANCISTAS DE LA ORGANIZACIÓN MUNDIAL DE LA SALUD; POR ENDE, SON QUIENES NOS ENFERMAN:

«Los gobiernos no están controlando lo que pasa y los científicos estamos muy preocupados», afirma Ceferino Maestu, director del laboratorio de bioelectromagnetismo del Centro de Tecnología Biomédica dependiente de la Universidad Politécnica de Madrid.

Así mismo, expone David Carpenter, coautor del informe internacional «Bioinitiative» y director del Instituto de Salud y Medio Ambiente (Nueva York): «Ya es imposible decir que las radiofrecuencias no producen cáncer».

Los expertos también asumen que la contaminación electromagnética actual ha generado  consecuencias de infertilidad, de cardiopatías de enfermedades autoinmunes, leucemia infantil, psiquiátricas, neurológicas y cognitivas, y de tumores cerebrales, entre otras.

Es importante recalcar nuevamente que la profesora Magda Havas advirtió hace dos años, que podría darse una “catástrofe sanitaria”, de seguir adelante con este proyecto que hoy día está activo. Explicó que la exposición a la radiación genera síntomas comprobables: fatiga, problemas respiratorios, alteración del sueño, neumonitis, menor concentración, pérdida de memoria a corto plazo, confusión, cataratas, depresión y ansiedad, acúfenos, problemas de piel y endocrinos, y especialmente del sistema nervioso central.

EVIDENCIAS ACTUALES SOBRE LOS RIESGOS DE LA TELEFONÍA MÓVIL

El estudio Mobi-Kids, presentado a la Comisión Europea en 2017 y aún sin publicar, podría conseguir que la IARC elevara la clasificación a 2A, «probablemente cancerígeno», o Grupo 1, por su mecanismo de neurotoxicidad, ya que vincula el riesgo en niños, adolescentes y jóvenes de 7 a 24 años de 14 países a padecer tumores cerebrales por la telefonía móvil.

Otro estudio epidemiológico interesante es el francés CERENAT, (2014) Occupational Environment Medicine, que constata que el uso del móvil, incluso 30 minutos al día, duplica o triplica el riesgo de padecer un tumor cerebral.

El Instituto Ramazzini ha elevado en 2018 el nivel de evidencia para el schwannoma maligno de corazón y el glioma, con un estudio similar, aunque con una muestra diez veces más pequeña que el macroestudio del National Toxicology Program del Instituto Nacional para la Salud y Seguridad Ambiental de EE.UU.

Esta última investigación aún no se ha publicado, tras años de estudio y de una ingente inversión, y tras hallar también evidencias de carcinogenicidad y daños cardiacos.

Un estudio francés de 2018 del profesor Dominique Belpomme concluye que empieza a haber consenso sobre el aumento de estrés oxidativo generalizado por exposición a los CEM, algo que el 80% de las personas con electrosensibilidad registra en índices más altos, según David Carpenter. Por eso, dijo, no hay que centrarse solo en el calentamiento de los tejidos (único efecto que cuenta con consenso) porque hay más efectos biológicos «y con la G5 va a ser peor».

Aquí exponemos solo algunos nombres, pero más de 200 científicos y médicos citaron en el 2018 toda una gran cantidad de evidencia científica que demostraría el daño de esta nueva tecnología. Presentaron la Apelación 5G ante las Naciones Unidas, pidiendo una moratoria sobre 5G, exigiendo se establezcan nuevas investigaciones y mediciones eficaces. 
Los expertos escribieron que los campos electromagnéticos de radiofrecuencia no solo han “demostrado ser dañinos para los humanos y el medio ambiente” sino que “el daño va mucho más allá de la raza humana”, con “creciente evidencia de efectos nocivos para plantas y animales”. Al discutir el peligro grave para la salud pública que representa la infraestructura 5G dentro y fuera del planeta, los autores de la apelación argumentaron que “la inacción es un costo para la sociedad y ya no es una opción”. Pero tanto la ONU como la OMS están financiadas por estas mismas corporaciones y responden a sus intereses sin considerar la salud de la población.

 ¿QUÉ CLASE DE PRUEBAS PRESENTAN LAS EMPRESAS PARA ASEGURARNOS QUE NOS CORREMOS RIESGOS?

 La Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) nunca ha evaluado el impacto de las emisiones de radiación de 50.000 satélites o cualquier otro efecto ambiental adverso existente y potencial; por tanto, no podemos permitir que el conocimiento venga a posterior de la implementación de la tecnología, porque nuestras vidas están en riesgo.

 La FCC, en 1996, adoptó estándares de exposición no obligatorios para la radiación inalámbrica. Estos estándares son altamente defectuosos porque solo reconocen daños térmicos pero ignoran los daños eléctricos establecidos de las señales pulsadas y moduladas.

Es decir, cuando se realizan estudios sobre las consecuencias e implicancias de la tecnología móvil en una persona: SOLO SE EVALUA su temperatura.

La radiación inalámbrica es considera no riesgosa, por no ser ionizante; por tanto no se realiza ningún otro estudio que el de variación de temperatura. En concreto: nos dicen que no es nociva porque solo se evalúa el calentamiento del tejido humano.

No se tiene en cuenta la electricidad propia del cuerpo: del cerebro, del corazón, de la sinapsis entre células.

 Por tanto, no existen pruebas que realmente busquen medir la peligrosidad en términos eléctricos, que es a lo que nos exponen. ¿Acaso el cerebro es sólo un cuerpo de masa y agua?

 Las autoridades argumentan que solo la radiación ionizante es la que afecta de forma nociva (rayos x por ejemplo), pero no quieren admitir que TODAS ESTAS RADIACIONES TIENEN EFECTOS BIOLOGICOS, PORQUE AFECTAN A LA FISIOLOGIA ELECTRICA HUMANA.

Somos seres energéticos, electromagnéticos, un simple electrocardiograma ya lo demuestra. Nuestras células se comunican de modo eléctrico, y el problema de la radiación es que rompe la comunicación entre/dentro de las células, rompe la coherencia de las señales biológicas. Quiebra la capacidad de autorregulación; por tanto, debilita el sistema inmunológico.

EL PLANETA TIERRA DENTRO DE UN MICROONDAS

Las constelaciones de satélites Starlink operan en la porción del espectro de frecuencias de microondas llamada “banda ku” (11-17 GHz); las estaciones terrestres transmitirían a 14-14.5 GHz mientras recibían señales de los satélites a 10.7-12.7 GHz. Esto es muy diferente de las redes LTE actuales , que operan desde 700 MHz hasta alrededor de 6 GHz.

Algunos argumentan que las emisiones de energía que llegan al suelo desde los satélites 5G son menos intensas que las emisiones de las antenas de transmisor terrestres, pero esta posición ignora el hecho de que los satélites irradian todas las áreas de la Tierra, 24hs, incluidas las áreas no alcanzadas por otros transmisores; sin dejar lugar intacto por radiaciones artificiales nocivas. 

LAS ESTRELLAS YA NO PODRÁN ORIENTARNOS: NO ES UN ESPECTÁCULO, ES UN CRIMEN…

“Elon Musk está empecinado en conquistar el espacio y este domingo dará un nuevo espectáculo en el cielo con 60 satélites Starlink que se unirán a una constelación mayor que ya fue lanzada al espacio y que dejó maravillados a quienes pudieron observar una línea de luces en el cielo desde diferentes partes del mundo” .”(15/5/20 Clarin)

Las emisiones anormales de luz reflejada por satélites en estos momentos ya están interfiriendo con la capacidad de las aves migratorias, focas, polillas, ranas, insectos, etc. para su orientación; del mismo modo sucede con nosotros.

Encerrados, alienados y negados a vivir en libertad, se nos impone la artificialidad como evolución. Los medios hacen un show de lo siniestro.

Cuando la humanidad vuelva a mirar el cielo (pos cuarentena), de a poco irá perdiendo la noción entre luces naturales o artificiales, constelaciones o satélites; pero esto no es para todos novedad, ya que en diversos puntos del mundo, astrónomos pronunciaron sus preocupaciones exigiendo se cese con este vil proyecto.

El Llamamiento de Científicos Internacionales en CEM (campo electromagnético), firmado en 2015 por más de 240 científicos con investigaciones publicadas y revisadas por pares, sobre los efectos biológicos y en la salud de la radiación inalámbrica, afirma que: «Numerosas publicaciones científicas recientes han demostrado que los CEM afectan a los organismos vivos a niveles muy inferiores a (lo estipulado en) la mayoría de las directrices internacionales y nacionales.

Un artículo sobre esta amenaza al cielo nocturno fue publicado en la popular y ampliamente leída revista científica, Scientific American, el 16 de enero de 2020. Se titula: «La aprobación de la FCC de la mega constelación Starlink de SpaceX puede haber sido ilegal». Cita a Ruskin Hartley, el Director Ejecutivo de la Asociación Internacional de Cielo Oscuro. Un número tan grande de satélites, dice «tiene el potencial de cambiar nuestra relación, y nuestra conexión, con el universo».

 Los satélites no sólo son más numerosos que las aproximadamente 9.000 estrellas directamente visibles al ojo humano, sino que igualarán el brillo de las estrellas de la constelación de la “Osa Menor”, y serán superados en brillo por sólo 172 estrellas en todo el cielo.

RADIACIÓN, COVID Y 5G

El biólogo Bartomeu Payerás, especializado en microbiología e investigador de los laboratorios farmacéuticos Hubber con bacterias y virus de la viruela ha realizado una tésis sumamente interesante, la cual plantea la relación entre antenas 5G y covid -19. Fue el creador del Dpto. de Microbiología marina en el Laboratorio Oceanográfico de Palma de Mallorca; por tanto creo merece la pena exponer algunos puntos sobre su interesante trabajo, el cual no habla del origen del virus, sino de la co-relacion  del mismo con esta nueva tecnología. 

Para comenzar parte de la observación de que los 9 países del mundo con mayor casos por coronavirus se caracterizan por tener antenas para tecnología 5G. Siendo: EE.UU., España, Italia, Francia, Alemania, RU., Irán, China y Corea del Sur.

Las conclusiones del estudio resumen la existencia de una clara correlación entre los casos de coronavirus y la ubicación de las antenas 5G; a su vez no establece una causa efecto única entre la existencia del coronavirus y la tecnología 5G; pero plantea la necesidad de desactivar esta tecnología durante un tiempo en algunos de los lugares, donde haya información hasta la fecha, para poder determinar con mayor exactitud el impacto.

Ahora bien, la OMS omite esta hipótesis, como también omitió en el 2015, las pruebas precisas para probar que el herbicida de Monsanto era cancerígeno, cosa que la IARC (Agencia de Cáncer de la organización Mundial de la Salud) denunció.

EL DINERO NO PODRÁ DEVOLVERNOS LA SALUD

Hace pocos días Bayer-Monsanto pagó 10 mil millones para cancelar el 95% de las demandas presentadas en Estados Unidos que estaban por llegar a juicio y relacionaban el producto de la compañía con distintas enfermedades, particularmente cáncer. Monsanto ya había sido condenado en tres oportunidades en cortes norteamericanas por el Roundup; pero así y todo, sus negocios siguen en pie.. El costo son nuestros niñxs enfermxs y muertxs invisibles; pero evidentemente, al poder hegemónico poco le importa

¿Qué protocolo nos cuida de este sistema perverso? Quizás a la OMS, la ONU y a los Estados nacionales si les preocupa realmente nuestra salud: El estar sanos, no les es negocio.

Fuentes:

https://www.nationalgeographic.com.es/ciencia/actualidad/practicada-primera-operacion-teleasistida-5g_13948
https://www.alainet.org/es/articulo/200225
https://www.cuerpomente.com/ecologia/medio-ambiente/stop-5g-denuncian-riesgos-nueva-tecnologia-movil_4266