(Por Oscar Castelnovo/APL) Más de 10 mil personas, entre ellas muchos niños y niñas, se hallan a la intemperie en un descampado de Guernica que carece de dueño y el juez Martin Rizzo del juzgado de garantías de Cañuelas, junto al fiscal Juan Cruz Condomi Alcorta querían desalojar, acción que frenaron Rosario Fernández, Laura Taffetani y Eduardo Soares, de la Gremial de Abogados, con un amparo que deberá resolver la Cámara de Apelaciones y Garantías de La Plata. Como antecedentes del magistrado Rizzo, se halla la impunidad que brindó, en marzo de 2019, al cura Carlos Bareuther quién abusó de dos alumnas del complejo parroquial Santa María. Por su parte, el fiscal Condomi Alcorta mintió sobre que hubo violencia en la toma del terreno de Guernica, cuando solo el viento agitaba los pastizales y ningún ser humano se hallaba en el lugar. Gente de esta calaña es la que niega un pedazo de tierra a los excluidos. A la vez, Soares explicó: “Son terrenos que no tiene dueño, muy grandes y fueron ocupados por miles de personas y muchas familias y con niños. Gente que está en el umbral más bajo de la pobreza. Inmediatamente que se ocuparon las tierras aparecieron grandes inmobiliarias, gente con propiedades de la zona invocando la propiedad del terreno pero sin acreditar la titularidad. Lo que hicieron es truchar boletos de compra-venta para tratar de sacar a la gente. Está claro que hay una criminalización y que surge a partir de aliento que hacen los grandes grupos inversores de la zona, grupos que maneja la justicia, la policía y la municipalidad».