No recuerdo nada particular de este día. Sí una rutina con mis hijos, la casa, el trabajo. Pero a pesar de cada cosa, Nino estaba ahí, siempre presente, y la misma pregunta de hacía ya varios días: ¿¿dónde estará?? Hoy sé que Nino no se fue: a Nino se lo llevaron, lo secuestraron, lo arrebataron. Todo esto lo hizo la policía, así, con mucha impunidad y confiados de que quizás Nino no era importante para nadie, que no tenía valor.