Milei y los favores a los dueños del poder

(Por Myriam Bregman/ FIT) Que Milei es un gatito mimoso del poder económico, ya lo sabemos, pero veamos un ejemplo muy concreto de qué implica eso.  Paolo Rocca es el dueño de Techint y el segundo hombre más rico del país. Su fortuna asciende a 3.700 millones de dólares. Hoy Rocca está copando el gobierno. Puso el presidente de YPF, Horacio Marin, al secretario de Trabajo, Julio Cordero y funcionarios en Hidrocarburos y otros ministerios. Y desde que asumieron están atacando: estos días hubo decenas de despidos en el Estado, además no homologan paritarias, dejan correr los despidos y suspensiones en las empresas, suben las naftas y siguen las embestidas.

No olvidamos y no perdonamos, que Rocca fue parte de esa casta empresaria que se benefició con el golpe. Muchos de los obreros de sus fábricas, como Siderca y Propulsora, fueron víctimas de crímenes de lesa humanidad: 38 detenidos desaparecidos, 10 asesinados en el golpe, y también hubo secuestrados, luego liberados.

El Grupo Techint fue parte de una colaboración directa con centros clandestinos, entrega de legajos, etc. Detrás estaban sus negocios: pasó de tener 30 empresas en 1976 a tener 46 en 1983.

Como al grupo Macri, Cavallo le estatizó una deuda de 352 millones de dólares. Una deuda que seguimos pagando todos.

Agostino Rocca, el fundador de Grupo Techint, vino a la Argentina con experiencia. Él comenzó su carrera empresarial en Italia, durante la época del régimen fascista de Benito Mussolini. Fue manager de Estado en la gestión de las principales empresas siderúrgicas, sobre todo las ligadas a la industria bélica. Luego de la caída del fascismo, migró a nuestro país y fundó la empresa Techint con ayuda financiera del Estado y el Vaticano, luego Dálmine (Tenaris-Siderca) en Campana y Propulsora Siderúrgica (Ternium-Siderar) en Ensenada.

Las persecuciones a sus trabajadores comenzaron antes del golpe y se incrementaron apenas ocurrido este. Durante la madrugada del 22 de septiembre de 1976, se dio “la noche de los tubos”, donde fueron secuestrados cuatro trabajadores de la empresa: Alberto Luis Bedia, Osvaldo Culzoni, Manuel Ignacio Martínez y Raúl Aroldo Moreno.