A comienzos del mes de febrero de 2009, circulaba este mail para ser difundido surgido desde agrupaciones militantes de la UBA, entonces compañeros de Vanesa Orieta, hermana de Luciano: “El hermano de una compañera de la facultad de sociales: un nuevo desaparecido en democracia”.
La lucha fue dolorosamente larga: Colmada de secretos a voces, organismos de DDHH, familiares y amigos del joven no cesaron la búsqueda de la verdad, a pesar de amenazas, detenciones de testigos que resultaron torturados y ocultamiento de evidencias, finalmente hallan el cuerpo en el cementerio de Chacarita.
En los innumerables esfuerzos por descubrir la verdad, el oficial principal Julio Diego Torales fue arrestado y pasado a disponibilidad en enero de 2013 ya que al momento de la desde la desaparición del joven prestaba servicios en la comisaría de Lomas del Mirador.
Torales fue detenido a principios de enero por orden del juez de Garantías 5 de La Matanza, Gustavo Banco, y a pedido de los fiscales Carlos Arribas y Celia Cejas, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) especializada en Homicidios Dolosos y Averiguación de Causales de Muerte.
Los fiscales Arribas y Cejas – que reemplazaron a la primera fiscal de la causa, Roxana Castelli – tenían a cargo el expediente principal por la desaparición de Arruga (16), del cual se desprendió una causa conexa por“severidades y vejaciones” a raíz de un hecho ocurrido en septiembre de 2008.
En ese momento, la madre del adolescente, Mónica Alegre, dijo a la Justicia que al ser liberado en 2008, Arruga le contó que había sido golpeado y lesionado por los efectivos, y acusó a Torales.
Respecto de ese hecho, Vanesa Orieta, hermana de Arruga, contó que ella estaba en el destacamento y escuchó que los policías le gritaban al adolescente: “Te vamos a llevar a la octava para que te violen, o terminás en un zanjón”.
Los golpes aplicados en aquella oportunidad fueron constatados por los médicos del Hospital de San Justo y desde entonces el chico fue interceptado varias veces en la calle por la policía.
Si bien Torales admitió haber estado en el destacamento cuando Arruga fue detenido en 2008, negó haberlo golpeado. El efectivo prestaba servicios en la comisaría 2ª de Gregorio de Laferrere pero tras ser detenido por personal de Asuntos Internos del Ministerio de Justicia y Seguridad bonaerense, fue pasado a disponibilidad preventiva, se informó oficialmente.
También, fueron pasados a disponibilidad 8 policías de la bonaerense, que luego fueron íntegramente repuestos en sus funciones por el ministro de Seguridad Alejandro Granados.
Secretos a voces, circulan por los barrios: Luciano no es el único “Negrito” cooptado por las fuerzas policiales que intimidan con arrestos, causas armadas, coimas a traficantes callejeros o ladrones de baja monta cuya salario es un poco de paco, obedecer para mantener a su familia a salvo, apoyar campañas o clubes de fútbol. Pero su poder es amparado por gobiernos, jueces, grandes mafias que precisan este brazo armado para que sus negocios prosperen. Así logran dominio territorial. Así malogran vidas inocentes. Luciano Arruga no sufrió un accidente como pretenden instalar. Luciano fue asesinado por negarse a robar para la Policía Bonaerense.La lucha continúa: Justicia para Luciano.