(Por Oscar Castelnovo/APL)El Gobierno de la Ciudad quiere demoler el anfiteatro de la histórica Plaza Banderín, de Floresta, ubicada en Camarones y Chivilcoy, con el dudoso argumento de que allí funciona un antro de la droga. Supongamos por un momento que la verdad lo asiste, no pensaron en un abordaje interdisciplinario de lxs adolescentes y jóvenes que padecen un consumo problemático? ¿No pueden acudir a psicólogxs, psicopedagogxs, actividades grupales alternativas, educación, contención?
En los años ’90, desde las más altas cumbres del peronismo, por caso Menem y Duhalde, la Argentina pasó de ser país de tránsito a ser país de consumo que siempre fue «in crescendo», sin detener su marcha. La razón fue que el con el dólar uno a uno con el peso, la sustancia era barata (valor promedio histórico 10 dólares o sea 10 pesos el gramo). Ya no era consumida por algunos, se fue haciendo masiva e hizo estragos entre los más vulnerados.
Ahora bien, la Plaza Banderín de Floresta, es un lugar de reunión, entretenimiento y lucha de los vecinos. Por caso, allí un gran mural, rinde homenaje a Maxi, Adrián y Cristian, los tres pibes asesinados el 29 de diciembre de 2001, por el policía federal Juan de Dios Velaztiqui, quien purgó unos años de cárcel pero luego de los ’70 murió en la impunidad del arresto domiciliario. También las pinturas honran a los pañuelos blancos de las Madres de Plaza de Mayo. En esa Plaza se hacen actos, Talleres y concentraciones por justas causas, y también, mucho antes de que comience el carnaval, ensaya la murga Mala Yunta, un bastión de Floresta, se aprende y se baila Tango y se celebran cumpleaños como si fuera el patio de tu casa ¿No será todo esto lo que molesta a los demoledores.
Porque desde los años ’90 la cocaína de buena calidad se consigue -sin esfuerzos- en el Concejo Deliberante y en el Congreso de la Nación, desde donde hacen las leyes, legisladores, diputadxs y varios senadores a la vez que, varios, consumen lo tienen tan a mano. Claro, no son ellos quienes la venden, sino empleados de mucho menor rango que mantienen a su servicio.
Acaso, Javer Milei y Jorge Macri, principalísimos referentes de la casta, evalúan demoler el Parlamento nacional y el Concejo Deliberante?