(Por Gustavo Franket/ LA GREMIAL) En varios comunicados, LA GREMIAL insiste en poner el foco y el centro, a la persecución política y judicial contra el Pueblo Mapuche. No se trata de un caso aislado. Se trata de las formas con que irá actuando el Estado en los próximos años y décadas contra quienes defiendan su identidad, el territorio, la vida, como contra quienes luchen por su techo, su alimentación y salud de calidad.
En definitiva, contra quienes luchan y luchen por una vida en condiciones dignas.
El Poder Ejecutivo busca recibir los laureles de sus genocidas antecesores, como Roca y Zeballos, exhibiendo como trofeos a sus enemigos. Ya no pueden expropiar cráneos y cuerpos para exhibirlos en los museos como cuando era legal hacerlo, en esa nefasta y genocida “Argentina grande” de hace 150 años atrás, en la que se referencian las actuales autoridades estatales.
Los museos han sido remplazados por las redes virtuales de incomunicación. Allí bregan las mentiras que construyen la “inferioridad”, la “tergiversación” y la preparación para el exterminio a supuestos “terroristas”.
ESTO ES IMPORTANTE: vuelve a la escena “el terrorismo”.
Pero, los terroristas que persiguen no son capturados ocupando cargos públicos, en mansiones, postulándose a las elecciones, con uniformes o sin uniformes, en reuniones con grandes corporaciones multinacionales y despilfarrando sus grandes fortunas. NO, ELLOS NO.
El Estado racista y supremacista argentino persigue a esos “terroristas” que se encuentran hambreados y deshidratados.
Y, con la especial saña de quien sabe que lo que tiene está construido sobre el despojo, el saqueo y el genocidio, esa persecución se centra muchas veces, la mayoría incluso, sobre los pueblos originarios de Nuestra América.
En particular, en estas latitudes, construyen una peligrosidad sin fundamento (o sin otro que no sea la dignidad de los “peñi” y las “lagmen») el ser mapuche. Es sintomático que se los persiga justamente por lo que se les niega: que son mapuche.
Se ha visto también señalar a jubilados, estudiantes, hinchas, desocupados, pero no de la misma manera que si se trata de mapuche. ESTA GENTE SÍ recibe trato abierto de enemigos.
Estas personas son a las que se les aplica el DERECHO PENAL DEL ENEMIGO. Saben que, con lo que hicieron hasta ahora contra ellos, y lo que hacen, no les basta. Porque a pesar de que el derecho penal del enemigo se combate dentro de los estrados, su definición tiene que ver con lo que sucede y debate fuera de los de los tribunales.
El 30 de octubre el LONKO JUAN PABLO COLHUAN, de la lof Lafken Winkul Mapu, obligado a vivir huyendo entre gente pobre, entre sus pares, fue capturado; estaba en ese momento en similares condiciones a las que padece más del 50% de quienes habitan el territorio argentino: hambreado y deshidratado.
Está a disposición del Tribunal Federal «del» General Roca por una causa de usurpación del predio que Parques Nacionales había prestado a la Unión Personal de Gas del Estado; y por otras tres causas, a disposición del Juzgado de Bariloche, entre ellas la CAUSA ARMADA de Los Radales lugar en que se incendió un trailer de Gendarmería; hecho que, arbitrariamente, se atribuyó a miembros de la comunidad para habilitar así el desalojo de 2022.
Así entonces, por ahora existen contra Juan Pablo cuatro imputaciones por distintos hechos. Resaltamos: POR AHORA.
TRES CAUSAS PRESCRIPTAS por usurpación. Y una causa denominada “Los Radales”, en base a hechos claramente realizados para permitir el desalojo de una comunidad que llevaba 5 años resistiendo.
De esta manera, intentarán mantenerlo privado de su libertad de manera arbitraria, injusta y, eventualmente, ilegal.
Desde el Servicio Penitenciario Federal, van adelantando parte de lo que sería el cuerpo de la sentencia y citamos su tiktok mentiroso y trucho: “Seguimos trabajando de manera articulada para garantizar que los terroristas respeten la ley y la seguridad nacional”.
Desde la GREMIAL hicimos todos los planteos que desde nuestra tarea jurídica se requieren y en función de lo que respondan desde los Tribunales ampliaremos la información en otros comunicados. Lo demás, quedará en manos de los pueblos oprimidos del mundo en su solidaridad con el Pueblo Mapuche y de las propias comunidades en la defensa de su derecho a reivindicar sus territorios y el ejercicio de su cultura y su espiritualidad.