El jefe de penal Unidad 48 Guillermo Anaya y sus secuaces Federico Rojas y Diego Melin, realizan todo tipo de maniobras en perjuicio de los presos de ese penal, ya que anhelan otro destino carcelario más promisorio y rentable. Así, superpoblaron la Unidad, con más de 700 detenidos. 170 de ellos duermen en el piso, sin colchón. En Sanidad no hay un mísero ibuprofeno y los elementos de higiene son un lejano recuerdo. Todos los enfermos vieron agravadas sus condiciones de salud. Lo que buscan Anaya y los suyos es un estallido entre los mismos presos con el consabido riesgo de muertes y traslados. También se hizo más intenso el verdugueo a la visita y clima de tensión ya se hace irrespirable. ¿El poder judicial?, Bien, gracias.