Entre los presentes estaban las luchadoras de la Marcha Nacional contra el Gatillo Emilia Vassallo, mamá de Paly Alcorta; Mariana y Silvia Sánchez, mamá y tía de Nazareno Vargas; Mónica Alegre, mamá de Luciano Arruga; Sandra Gómez, mamá de Omar Cigarán; Elsa Gómez, hermana de Germán Gómez; Gabriela Conder de la Gremial de Abogadxs; Margarita Jarque, Sandra Raggio y Roberto Félix Cipriano García de la Comisión Provincial por la Memoria y el diputado provincial Miguel Funes, entre muchx otros. Asimismo, se hallaban compañerxs de un la fabrica recuperada y centro cultural Tucuy Paj, de La Matanza, quienes enfrentan un desalojo.
Al iniciar la denuncia, María reveló que “constantemente nos amenazan, nos amedrentan. Podríamos haber tenido un muerto y nadie se hace cargo. Andan por las calles como sus dueños. Yo agradezco a todos ustedes el que hoy estén acá, es momentos de estar todos juntos. Gracias”.
Luego, siguió el hermano de Rafal Mancini, José: “Primero fueron a la casa de María y después ingresaron a los tiros a la casa de mi hermano. Había muchas cosas para robar, pero no robaron, solo golpearon brutalmente a mi hermano. La corrupción empieza acá adentro (señalando a los Tribunales) y termina en la Casa Rosada. A mí me torturano toda una noche y todo un día en la comisaría de Mariano Acosta. En Merlo toda la violencia es manejada por la DDI”.
A su turno, Emilia Vassallo, destacó: “Sepan que María no está sola. Nosotros los vamos a enfrentar. La lucha colectiva y organizada es lo nuestro. No vamos a dejar que María tenga miedo. Es terrible lo que pasó, y no sucede desde ahora, ella lo viene sufriendo desde hace tiempo. Veremos que hace la llamada justicia hoy. Porque el Tribunal debería ordenar la detención de todos los implicado. Porque si mata a María, ¿quién se va a hacer cargo? ¿El presidente del Tribunal?
Luego, Elsa Gómez, sostuvo que: “Nosotros somos de Merlo, sabemos como se maneja la policía en este distrito: Con total impunidad. Por eso seguiremos cuidando a María y a los testigos, vamos a seguir acompañando”.
A la vez, Sandra Gómez, enfatizó: “Es muy preocupante María lo que te está pasando. Pero sentite acompañada, vos y los testigos. Son los mismos policías que están siendo juzgados los que impulsan estas cosas. Y jueces y fiscales los siguen apañando. Y si siguen, la vamos a seguir pudriendo.
Más adelante, Mariana Sánchez indicó: “En Merlo no sorprende nada. La política y la policía están totalmente sucias. Por eso quieren callar a los familiares. En este Partido hay muchos casos de gatillo facil que no trascienden, que se ocultan. Pero nosotros, jamás dejaremos sola a María”.
Finalmente, Mónica Alegre, mamá de Luciano Arruga, expresó: “Lamentablemente, las familias que estamos acá pasamos por estas situaciones. Estamos para acompañarte, Maria. Tu lucha es la nuestra. Mañana se cumple cuatro años de que encontramos a Luciano. También se cumplió un año sin Santiago. ¡Esto es el Estado en nuetro país! Te vamos a bancar a morir: ¡fuerza, fuerza, mamá!
Al grito reiterado de ¡Fabián Gorosito, presente! y, de ¡Todos los pibes asesinados por la policía: Presente! culminó la conferencia de prensa y el parte del gentío ingreso al recinto donde se juzga a los 11 asesinos de La Bonaerense.
Por una de esas continuidades de la Argentina, María Viera estaba parada junto a una baldosa de la memoria que recordaba a la empleada judicial “María Elena Peter de Fioriti/ secuestrada-desaparecida el 17-11-78”, por la dictadura cívico-militar. Como puede apreciarse, sin esfuerzos, el Estado de terror jamás se fue de la rebeldía ni de la pobreza.