Tal como lo describe Francisco Villa en esa poesía cuyo final es inevitable: “Desde hace doce años y tras largas luchas y enfrentamientos con el servicio se mantenía una costumbre – o varias de ellas- que se consideraban un derecho adquirido y que era el de recibir visitas el 24 y 25, 31 y 1°, como así también se les otorga una salida extraordinaria en días feriados nacionales y en estas mismas fechas. Eso nos fue arrebatado de cuajo junto con otra cantidad de beneficios y/o derechos que costaron vidas obtener. Todas estas cuestiones (salidas visitas extraordinarias etc., fueron parte de un acuerdo entre detenidos y personal represivo y del orden legislativo (ministro de Seguridad, secretario de Asuntos Penitenciarios) y Dirección General, con el fin de amenizar el encierro, favorecer el vínculo entre el interno y sus afectos entre otras medidas que apuntaban a reformar positivamente la conducta del preso .. pero ya no más .. volvimos a la época donde la represión era y es parte del tratamiento penitenciario ahora complementado con un formal sistema de explotación y mano de obra esclava en la prisión como lo es El Instituto de Formación Laboral Iapip… lo que ocurrió es eso. .. sin ninguna razón nos quitaron todo .. denunciado a su vez por un Habeas Corpus… y se nos informó esta semana que las visitas extraordinarias, las visitas especiales y salidas del mismo carácter pasaron al olvido .. ya no forman parte de las políticas penitenciarias pues el preso en su calidad de tal no puede ni debe celebrar acuerdos con el estado.. ni con sus organismos .. sino someterse a la voluntad de éste .. pues legalmente es su tutor en tanto así lo dispone la ley” .
La radiografía de un cuerpo encarcelado hasta la negación de humanidad, donde como decía el Revolucionario y Poeta Paco Urondo, “La única aparente es la reja cuadriculando el cielo, el canto perdido de un preso, ladrón o combatiente: son la realidad, como el coraje y la convalecencia del miedo, ese aire que se resiste a volver después del peligro como los designios de todo un pueblo que marcha hacia la victoria o hacia la muerte, que tropieza, que aprende a defenderse, a rescatar lo suyo, su realidad”.
El Habeas Corpus al que hace referencia Francisco es el presentado por la Gremial de Abogados y Abogadas, la Comisión Antirrepresiva por los derechos Humanos y la Unidad Antirrepresiva y por los Derechos Humanos. En el mes de julio de 2017, con puntos de los resolutivos salomónicos, haciendo lugar parcialmente a las denuncias, sin ser investigadas, con medidas resolutivas que aún estamos en plena lucha por hacer que sean derechos y no privilegios, nosotros no conciliamos ni nos sentamos a dialogar en mesas de diálogos, no negociamos sangre ni derechos.
¿Qué podemos esperar de la justicia de clase?, de la letra de la ley falaz de los operadores cómplices del derecho, o de los organismos de derechos humanos que actúan como prepagas de partidos de izquierda y/o “progres”, que cuentan presos y los hacen declarar contra los demás, (como puede apreciarse con su actuación por los detenidos de la represión en el Congreso) que cuentan votos en el Parlamento y lo que valoran son la mayor capacidad política de mantener el estado de cosas del Estado que los deja hacer y los prebenda para servirse de ellos para bien de las clases dominantes.
Con ello, la misma clase dominante tiene la capacidad y la posibilidad de que cuando llegue el desengaño del pueblo con algún líder o facción se presente otra fórmula del mismo contenido pero entreverados de otra manera. Al proletariado y a las otras clases las ven como clientela de votación, clientela política para tener fuerza en las elección.
Mientras tanto, en las cárceles, la navidad, el año nuevo con lo que significa el contacto con familiares y amigos, sistemáticamente se los prohíbe como tantas de las cosas que venimos denunciando.
Y aunque parezca a veces una mentira, la única mentira no es siquiera la traición, es simplemente una reja que no pertenece a la realidad.