(Por Julián Bruschtein/Página 12) Entre chapas retorcidas, los restos carbonizados de lo que fue parte de la sede de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de La Matanza (APDH) todavía humeano. «Esto no nos atemoriza, nos fortalece para continuar con las causas en las que estábamos trabajando y con las que estén por venir», señaló a PáginaI12 el titular de la APDH La Matanza, Pablo Pimentel. El domingo a la noche la entidad sufrió un incendio que «fue iniciado por una persona de forma intencional», denunció el dirigente y militante de derechos humanos. «Veníamos siendo objeto de actos de vandalismo en los últimos tiempos, pero nada de la gravedad que tuvo lo del domingo. Nos rompían los autos y nos dimos cuenta que nos robaban algunas cosas, pero esta vez destruyeron las dos casillas en las que atendíamos a la gente», dijo Pimentel. Los sectores que quedaron calcinados contenían documentación y objetos de valor emocional, como fotos de los seres queridos de familiares de víctimas de violaciones a los derechos humanos. (Imagen: Comisión Vesubio y Puente 12)
Distintas organizaciones que articulan con la APDH participaron de una conferencia de prensa para solidarizarse con la entidad y denunciar el ataque sufrido en La Matanza.
El predio de la APDH se encuentra sobre terrenos fiscales ferroviarios. Cuando tomaron posesión del predio se encontraron con un basural que limpiaron en profundidad. Con mucho esfuerzo y trabajo solidario durante seis años se fueron construyendo de a poco los edificios que todavía no estaban terminados. Por un lado, el Salón de Usos Múltiples (SUM) en el que se desarrolló la conferencia de prensa, y por otro las dos aulas en que los militantes recibían a quienes se acercaran a realizar denuncias o a solicitar algún tipo de ayuda. Fueron esos dos espacios los que prendieron fuego, donde funcionaban oficinas, aulas y un lugar de acopio de materiales y herramientas de construcción con los que poco a poco fueron levantando la sede.
«Estamos seguros de que esto no fue un accidente. Tenemos un testigo que vio a quien hizo esto, pero no queremos condenar a nadie porque sabemos que somos víctimas de las víctimas del sistema. Se trata de alguien a quien envalentonaron de alguna manera para que haga lo que hizo, pero que no tenía motivos propios para hacerlo», explicó el titular de la APDH local.
Cerca de cien personas entre militantes, representantes de agrupaciones y dirigentes políticos se acercaron para extender su solidaridad ante el atentado. «Este abrazo nos motiva para levantar lo antes posible el lugar y continuar con nuestro trabajo», destacó Pimentel.
El sábado, a las 9, en Esnaola 3780 (San Justo), la APDH La Matanza convoca para realizar trabajos solidarios de limpieza en el predio, para iniciar la reconstrucción de la sede.