Esas definiciones implican una crítica a los juicios de lesa humanidad que se siguen contra los genocidas que actuaron en la última dictadura militar. El editorial dice asimismo que “las ansias de venganza deben quedar sepultadas de una vez para siempre” y compara a los militantes de las organizaciones armadas de izquierda de los años 70’ con los grupos que realizaron atentados en París hace pocos días.
En el editorial se dice asimismo que “ha llegado la hora de poner las cosas en su lugar. Debatir que quienes sembraron la anarquía en el país y destruyeron vidas y bienes no pueden gozar por más tiempo de un reconocimiento histórico cuya gestación se fundó en la necesidad práctica de los Kirchner de contar en 2003 con alguna bandera de contenido emocional. Lo hicieron así al asumir el poder con apenas el 22 por ciento de los votos. Antes habían mirado en esos asuntos para otro lado (…) hay dos cuestiones urgentes por resolver. Una es el vergonzoso padecimiento de condenados, procesados e incluso de sospechosos de la comisión de delitos cometidos durante los años de la represión subversiva y que se hallan en cárceles a pesar de su ancianidad. Son a estas alturas más de trescientos los detenidos por algunas de aquellas razones que han muerto en prisión, y esto constituye una verdadera vergüenza nacional”.
Este reaccionario editorial fue rechazado abiertamente por periodistas del mismo diario La Nación en sus cuentas de Twitter. Asimismo, Norma Morandini, senadora por el Frente Cívico de Córdoba, repudió la nota en la que había sido citada en pos de sostener esa retrógrada posición. Señaló que se interpretó de manera errónea en su postura. “He peleado para evitar la idea de los dos bandos y paradójicamente me vuelven a poner en este editorial. Hoy los argentinos no están en ese tema” declaró.
Por su parte, Myriam Bregman, ex candidata a vicepresidenta por el Frente de Izquierda señaló en su cuenta de Twitter que “no pierden un minuto para reclamar impunidad”. Como ha sido reflejado en este medio, la izquierda es parte de quienes vienen denunciando las presiones en pos de terminar con los juicios contra los genocidas.