Se trata de Jesús Álvarez, quien es diabético insulino dependiente y venía reclamando junto a otros presos de la Unidad por las condiciones de higiene y por la falta de agua y gas; en su caso particular es prioritario un ambiente saludable por su enfermedad. Preocupado por la falta de respuestas, el lunes solicitó entrevistarse con Zainuco. Al día siguiente, fue apuñalado por otro interno conocido por sus vínculos con la policía y las numerosas “colaboraciones” que para la institución realiza.
“Repudiamos esta práctica recurrente de manipulación por parte de la policía que impide cualquier reclamo para revertir las condiciones inhumanas de detención”, comunicaron desde Zainuco. “No es novedoso este mecanismo de actuación policial para acallar a los presos; es más, se ha vuelto una práctica cotidiana para esconder la verdadera cara de quien genera el conflicto, puesto que es mucho más sencillo disfrazar este tipo de ataques como ´pelea entre internos´, el término más elegido para disfrazar la tortura, llegando en la mencionada Unidad a casos letales como el asesinato de Cristian Ibazeta en 2012”.
La agrupación hace responsable al personal policial de la U11 por la integridad tanto de Jesús Álvarez como del resto de los presos: “también recordamos que no es casual que estas cosas sucedan al tiempo que continúan negándonos el ingreso a la cárcel, puesto que esta modalidad facilita el ´marcado´ de quienes solicitan nuestra ayuda”, concluyeron.