Cárceles en los estadios

Alicia Susana Gómez

Luego del Mundial de fútbol, donde el estado pretendió mostrar su crecimiento mentiroso con obras precarias plagadas de corrupción, desmantelamientos armados de las favelas que estuvieran a la vista de extranjeros, construcciones precarias de altísimos costos que se llevaron vidas de trabajadores golondrinas y sus familias sin de techo que pernoctaban en ellas, autovías que desmoronaron la fachada imponente que se pretendía desde el poder, y haciendo caso omiso a las múltiples organizaciones que reclamaron, durante los cuatro años previos, que se invierta en bienestar popular para los más necesitados y denunciaron la fuga de dinero en el verdadero costo de las obras mundialistas, en una población que requiere atención “para adentro” en lugar de efímeros escenarios, y que sometió a su pueblo a un ridículo mucho más insoportable que el marcador 7 a 1 de Holanda-Brasil. Un estado que elige encarcelar a erradicar la injusticia.