En todo el país se siente la injusticia de este gobierno de mafiosos y terroristas. En los hospitales donde faltan medicamentos, camas, insumos, en las escuelas sin aulas, ni sillas, ni techo, en el campo donde los sojeros fumigan veneno sobre la gente mientras sus capangas, policías y militares balean a los pobres, en los bañados donde quieren sacar a la gente de sus casas para hacer negocios. En todo el país, la injusticia es Ley.
Hace más de dos años estoy preso injustamente, hace 7 meses tenía que estar en mi casa, en prisión domiciliaria, pero los jueces y fiscales corruptos inventaron otras razones para tenerme todavía preso. El 18 de setiembre pasado mis abogados y compañeros fueron a la Corte a presentar un Hábeas Corpus para que se cumpla la orden de prisión domiciliaria. La Corte tenía 2 días para responder, ya pasaron 13 días sin respuesta. 7 meses de prisión totalmente ilegal. Dos años de prisión injusta soportando prisión por un proceso ilegal en el caso Curuguaty que todo el mundo sabe es ilegal y un montaje para no contar la verdad sobre lo que paso en Marina Kue.
Yo soy un luchador del pueblo, por eso me tienen preso. Como luchador, no me puedo quedar tranquilo soportando esta injusticia acá adentro y allá afuera contra todo el pueblo pobre. Es por esto, que a pesar de que mi salud no está muy bien, he decidido iniciar una huelga de hambre en la que a partir de hoy solo tomaré abundante agua.
Mi huelga de hambre es contra la prisión ilegal e injusta que sufro que a pesar de los reiterados pedidos legales el poder judicial se empeña en mantener. Mi huelga es para volver a denunciar la ilegalidad total del proceso judicial del caso Curuguaty que se montó para acusar a víctimas, luchadores, inocentes y no investigar a los verdaderos responsables. Exijo la nulidad total del proceso judicial que quieren llevar a juicio desde el 17 de noviembre, la recuperación definitiva de Marina Kué para el campesinado pobre y el cumplimiento urgente de mi prisión domiciliaria.
Aprovecho para agradecer toda la solidaridad y apoyo que recibimos durante estos dos años de nuestros compañeros campesinos, estudiantes, artistas, trabajadores, de los hermanos religiosos, de la solidaridad internacional y de las organizaciones en general y les doy toda mi fuerza a los maestros, a los médicos a los campesinos y bañadenses en sus luchas y fuerza para seguir construyendo el Congreso Democrático del Pueblo.