Causa armada, hombre preso y mujer violada por policías

 
La vida no afloja el ensañamiento a los Medina: primero La Maldita Policía junto a las bandas de la Uocra y ahora el Servicio Penitenciario con la “Familia Judicial”. El calvario comenzó la madrugada del 13 de abril pasado, cuando lo torturaron largamente en la Segunda de Varela. Su mujer, apaleada y violada fue obligada a rubricar un escrito al grito de “firmá, hija de puta”. También la amenazaron con quitarle su hija de 3 años y al amanecer la dejaron ir.
Por su parte, otro bravo policía de la Segunda entró al calabozo de Medina y lo desafió a pelear mano a manos. De ese modo, 8 uniformados lo reventaron a golpes hasta cansarse. El que lo desafió primero ya lo había perseguido en la calle y detenido por excusas diversas.
La intervención del Ministerio de Justicia prohíbe a la Comisaría Segunda tener detenidos en su mugroso espacio pero, se sabe, nada es imposible para los azules cuando se trata de sus actos de servicio a la comunidad. Queda claro que la “intervención” del ministro Casals fue “pour la gallerié”. La mejor policía del mundo, según el ex presidente Duhalde, sigue perpetrando los mejores crímenes. Claro que la Federal y las provinciales realizan enormes esfuerzos para emularla y así se hallan en puja constante, cabeza a cabeza, en finales de bandera verde.
“El Lobo Leguizamón y un estilo de vida”
Medina, realmente parece destinado a enfrentarse con enemigos grosos en combinaciones letales. Por caso, las fuerzas represivas del Estado y la burocracia sindical unidas. De acuerdo al relato de Rodrigo, “el dirigente de la Uocra-Lomas Walter Leguizamón me mandó a matar, pero asesinaron a Oscar David Fernández por error, lo confundieron conmigo. A Leguizamón le habían dicho que yo era de la banda que apoyó a la seccional Florencio Varela contra la de Lomas de Zamora en los enfrentamientos que tienen ellos. Y yo no tuve nada que ver. Nunca trabajé para ellos porque son pesados y mafiosos. Leguizamón estuvo preso por tirotear sindicalistas de Varela, un muchacho quedó en silla de ruedas y al secretario general de dieron un balazo en la nalga”.
En consonancia con Medina, sobre finales de 2012 la Agencia Nova tituló: “Walter Leguizamón en la mira: el narcotráfico se esconde tras la interna de la Uocra”.
En la misma nota, AN afirmó: “Las escaramuzas dejaron un saldo importante de heridos graves, zonas liberadas con el beneplácito de la policía lugareña y una trama que quisieron esconder tras una supuesta interna familiar pasional entre Walter “Lobo” Leguizamón, adjunto de la Uocra de Lomas de Zamora, y un militante de la poderosa seccional Quilmes-Florencio Varela-Berazategui, Daniel Figueredo”.
Y más adelante, la nota refiere al incipiente poder mafioso que el “Lobo” Leguizamón habría conquistado a partir “del terror a base de armas y violencia que sembró en el último año y medio. Aquí está el verdadero nudo gordiano de la cuestión: el control en las calles para la distribución de drogas, fundamentalmente marihuana de Paraguay y cocaína de Bolivia, que sería distribuída por la mano de obra de estos gremios, que encontraron en el narcotráfico un negocio y financiación para un mejor estilo de vida”.                                                                                                       
“Pueden matar a mi hijo”
Esta Agencia, también dialogó con una mujer presa del terror en la Argentina campeona verbal de la vigencia de los derechos humanos. Se trata de Leonor Pyñero, madre de Rodrigo: “A mi hijo lo culpan de lo que no hizo y fue golpeado con bestialidad. Estoy muy mal, la abogada oficial, doctora Yeregui, no parece querer ayudarnos. Vivo con un miedo atroz, me pueden tirotear la casa, hacerle algo a mi hijo, aún estando preso lo pueden mandar a matar. Walter Leguizamón andaba ofreciendo plata para matar a mi hijo. Son gente que conocemos de hace años de la Uocra. No se por qué se ensañan con él. Quiero que se esclarezca todo esto, que no nos pase nada. Vivo sobresaltada, estaciona un coche y me muero de terror. Mañana lo voy a ver a mi hijo a la cárcel. Y hoy, como cada noche, le voy pedir Dios que nos ayude: que se termine esta situación. Que ya basta”.
Oscar Castelnovo