Luego de leído el veredicto se resolvió por unanimidad dictar prisión preventiva para Laura Córdoba, Martín Solís y Jorge Abraham hasta tanto la sentencia en primera instancia quede firme y luego de acuerdo a la pena, será prisión de efectivo cumplimiento.
En tanto que el ex comisario imputado, Carlos Sandoval, gozará de libertad pero con previsión y asistencia diaria a la oficina judicial de Trelew hasta el día del establecimiento de la pena, que será en la “Audiencia de cesura de pena”, el 30 de julio, a las 9 hs, en el 6to piso de Tribunales de Trelew.
A pesar de lo que se difundió en algunos medios es importante aclarar que hasta el momento sólo se conoce que hay un veredicto condenatorio, ya que el tribunal aún no ha difundido las penas.
Durante los alegatos César Antillanca, su papá, señaló que Julián “no pudo venir hoy, y desde hace casi cinco años (dentro de tres meses) que no puede venir acá, que no puede jugar, que no puede reír, no puede llorar…y yo acuso, señores del tribunal, con total autoridad y con total honestidad sobre todo. Con total seriedad, acuso a estos señores de haber sido los matadores de sueños, de lágrimas, de risas, y de haberle quitado la vida a mucha gente, porque Ayelén –su hermana- es una chica triste; porque Tomás es un nene triste, y porque su madre es una mujer devastada”.
Hoy a partir de las 16.30 hs se convoca a una marcha “para seguir acompañando a la familia Antillanca”, desde la Plaza Independencia en Trelew.
El caso
A esta sentencia se llega en un segundo juicio por el asesinato del joven, ya que los imputados habían sido absueltos en marzo de 2012 en un polémico fallo a cargo de los jueces Alejandro De Franco, Ivanna González y Ana Laura Servent. Ese fallo anterior fue apelado inmediatamente por la defensa del joven asesinado ante el Superior Tribunal de Justicia de Chubut (STJ) que a principios de julio de ese mismo año revocó el fallo que había dejado en libertad a los policías implicados en el crimen ocurrido el 5 de septiembre de 2010 al sudeste de Trelew, ordenando un nuevo juicio.
Julián apareció muerto en el barrio UPCN luego de haber salido a bailar con sus amigos. En un primer momento se dijo que el chico tenía un coma alcohólico que lo llevó a la muerte, pero luego la autopsia y la investigación judicial determinaron que falleció producto de un fuerte golpe en la nuca provocado con un objeto contundente. La investigación apuntó directamente a la actuación policial, ya que esa misma noche la policía intervino en una golpiza sin sentido de otros jóvenes, los hermanos Aballay.