Talleristas Voluntarios
Quienes suscribimos, voluntarios talleristas de la Red Corrientes de Derechos Humanos e integrantes del Colectivo Cultural Yahá Porá manifestamos nuestra profunda preocupación ante el proyecto de ley que pretende reformar el Código Penal y la Ley 24660 de Ejecución de Condena, que se trataría en sesiones extraordinarias la semana entrante.
Quienes regularmente transitamos por los distintos penales estableciendo puentes entre el “adentro y el afuera” sabemos del colapso de las cárceles, de las dificultades para acceder a trabajo, educación, salud, a tener contención psicológica y familiar, programas dignos de prelibertad y la inexistencia de programas pospenitenciarios.
Esta nueva reforma de la ley, bajo el supuesto de ofrecer más seguridad a la ciudadanía y participación a las victimas solo vulnerará derechos, generará mayores condiciones de violencia e impedirá que se cumpla con el fin “resocializador de la pena”.
El aumento de la prisión preventiva, el incremento de las penas y las restricciones a salidas transitorias, laborales y de afianzamiento de lazos familiares, dejan prácticamente sin efecto a los estímulos y por consiguiente al esfuerzo por modificar conductas y por construir un nuevo proyecto de Vida.
Pedimos un amplio debate sobre la cuestión carcelaria y las responsabilidades del estado para garantizar los principios de resocialización, que se realice en periodos de sesión ordinaria y que genere participación real de todos los actores. De no ser así, esta reforma, trasnochada, será un nuevo fracaso, como lo fueran las Leyes Blumberg que, incrementaron penas, produjeron superpoblación carcelaria y hacinamiento y de ninguna manera disminuyeron el delito.-
Elsa Sáenz Sartor/ Angeles D’Aveta/ Balbina Pittoni/ Natalia Vega / Macarena Díaz Roig/ Mariana Cecilia Méndez/ Alejandro Pizarro/ Hilda Nora Presman/ Silvana Sanabria/Mónica Colunga/ Vanesa Carolina Falcón/Lucia Abad Coordinadora Comisión Arquidiocesana de Justicia y Paz, Corrientes/ Trabajadores del Museo de la Memoria del Chaco
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Mariana Méndez: “Lo mejor de uno”
Mi nombre es Mariana, tengo 36, y un criterio igual y distinto al de muchos. Hace unos días le pedí a Dani que me pase algo que escribió porque yo no sabía cómo arrancar, quería decir algo, pronunciarme por la causa yo también…Pero recién logro leer lo que me pasó. Esta, creo que es la mejor manera de arrancar, reconociendo mi falla. No quiero hablar sobre artículos que no leí, y sobre cosas de las cuales como muchas personas, no tengo información acabada. Quiero decir simplemente que considero que en mayor o menor medida, todo tiene una falla, y yo, no soy menos fallada por estar afuera, y Dani más fallado por estar adentro. Dani cumplió con la consigna antes que yo, y no por tener más tiempo…Sino por responsable. No sé cuál es su historia, nunca le pregunté…Estaba más ocupada de aprender de su entereza para sobreponerse a una rutina que no lo beneficia. Desde que lo conocí solo lo vi crecer, madurar proyectos, estar…Me pregunto cómo me verá el…Quejándome de lleno pero sin menospreciar jamás un dolor compartido. Pero ese, claro, es el caso con Dani, las cárceles no solo tienen Danis…Hay de todo, pero en serio, es que hay muchos pibes y muy buenos, Mauri por ejemplo, en el encontré la virtud del saber dar sin esperar algo…Pero no sé de donde viene…Lo que me atrevo a asegurar es que sin duda, no lo aprendió en la cárcel, y si llegó a empezar a ser así estando adentro…Eso en el ya estaba, había que sacarlo a flote…No fue la cárcel (mal que a muchos les pese), difícilmente pueda ser la cárcel un espacio para sacar lo mejor de uno, cuando de forma recurrente se boicotean propuestas que les permitan a los chicos descubrir cosas hermosas sobre ellos mismos. Igualmente…Ya se…No todos son Danis, Mauris o muchos de los otros chicos que tuve la oportunidad de conocer… Hay otros…Con otras historias…Y de esos, algunos podrían salir adelante y otros bueno…Intuyo que los especialistas podrían establecer quienes califican y quienes no…Pero cuando los especialistas no califican? Esta creo que es la mejor manera de cerrar…Reconociendo la falla.
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Hilda Presman: No a la reforma de la Ley 24660
Desde las llamadas “Leyes Blumberg” a la fecha, (coincidentes con la gestión K) casi se ha duplicado la población carcelaria de todo el país, con niveles nunca vistos de superpoblación, hacinamiento, lo que genera violencia y falta de estímulos al trabajo y a la educación. Lo que da la pauta que no son remiendos y recomposiciones espasmódicas al ritmo de la presión mediática lo que garantiza “seguridad” y armonía social a los ciudadanos.
Nos parece importante hacer una reflexión colectiva, sin hipocresía sobre lo que sucede adentro de las cárceles.
Es una verdad de Perogrullo, pero en las cárceles no están los que nos roban el futuro, con políticas de hambre, no están los responsables de las muestres evitables por enfermedades que debieran estar erradicadas a esta altura de la ciencia, por contaminación, por agrotoxicos, por el desquiciado consumismo. No están los grandes narcotraficantes, los contrabandistas de armas, o los responsables del tráfico de personas o del trabajo infantil .
No. La población carcelaria de todo el país es eminentemente joven (entre 18 y 35 años) y con escaso nivel de instrucción, apenas mal terminada, con suerte , la escuela primaria, casi de dos o tres generaciones de desocupados, subocupados o precarizados, desterrados de sus terruños , por provenir, en nuestra provincia, muchos de ellos del éxodo rural a los cordones periurbanos, con ruptura de lazos sociales y familiares, con penas “infladas” (En Corrientes, las condenas de menos de 6 años de duración solo comprenden el 20 % de la población carcelaria). De esto hablamos cuando repetimos mecánicamente que existe la puerta giratoria?
No será para los verdaderos delincuentes, esos de guante blanco de los que hablábamos más arriba? No para los prisionizados en los infiernos carcelarios de la Argentina, atentatorios contra toda foma “digna” de vivir, aunque sea en cautiverio.
No desconocemos que ha habido relevantes y multiplicados al infinito en los medios de comunicación, hechos gravísimos, que conmovieron a la ciudadanía vinculados a delitos producidos por quienes estuvieron en prisión. Pero debiéramos pensar bien antes de endurecer las penas y medir a todos con la misma vara. Hay 72.000 presos en las cárceles argentinas, y cuantos delitos aberrantes…? .- Estamos persuadidos que la mayoría de ellos busca “pagar” su pena y reconstruir su vida, sin incurrir en nuevos errores. Cuantas causas armadas, o por situaciones de indefensión, de abandono por profesionales inescrupulosos que viven de los pobres delincuentes de poca monta “entierran” a seres humanos sin oportunidades de incluirse nunca más a la sociedad.
No hay suficientes programas laborales que permitan dignificarse y de alguna manera aportar al magro sostén de sus familias, alcanzadas también por la crudeza de la pena. No hay programas de prelibertad y no funciona el patronato de liberados, por ende no hay contención pospenitenciaria .
Así y todo, sabemos que buena parte de la población carcelaria, hace esfuerzos por encontrar formas de estudiar, de trabajar, de encarar proyectos de vida y modificar conductas lesivas para propios y ajenos.
Hay hacinamiento, hay morosidad judicial, hay ineficiencia en el sistema de evaluaciones y calificaciones, por parte de un consejo correccional que por dar el caso de la unidad penal 1 de Corrientes tiene solo 2 psicólogos (militarizados en la estructura penitenciaria) para 500 personas, que no pueden ni entra en sus planes tratar de acompañar, de veras, no para los papeles del “tratamiento penitenciario” a quienes lo están necesitando, para superar el encierro, para superar las adicciones que son parte y están sostenidas por el propio sistema .
Entonces, como gran proyecto que fortalezca el “fin socializador de la pena” nuestros políticos prebendarios e inoperantes resuelven presentar, entre gallos y medianoche un paquete de medidas que en sesiones extraordinarias , sin suficiente y serio debate ciudadano, con participación de todos los actores, pretende reformar el código penal y la ley de ejecución de condena.
No conformes con restringir el acceso a los beneficios del período de prueba, a la libertad condicional y a la libertad asistida se amplía el listado de delitos y se admite la posibilidad de que condenados a penas mayores a 10 años, más allá de la calificación que haya recibido su conducta, no ingresen en estos sistemas, se incrementan los tiempos de condena cumplida exigidos para ingresar al período de prueba y para acceder a las salidas transitorias, Y se prohíbe el acceso a los beneficios de salidas transitorias y a la libertad condicional en los casos de los condenados por delitos violentos tales como los homicidios, las violaciones o los robos con armas de fuego, debiendo cumplir la totalidad de la condena.
Por eso nos preocupa sobremanera esta elegante formulación del revanchismo condenatorio que clama “que se pudran en la cárcel”, pero eso si, cada vez mas burocratizados, controlados, y vigilados por los mecanismos de control penitenciario.
Este proyecto marca una clara desnaturalización de la ley 24660 con propuestas contrarias al ideal resocializador que esta ley dispone, tirando por la borda el criterio de progresividad de la pena que implica que el condenado se vaya incorporando al medio libre en forma gradual.
En realidad vuelve a adquirir peso la opinión penitenciaria de los consejos correccionales por sobre las decisiones judiciales, sobredimensiona el rol de estos organismos de control (administrativos) por sobre la autoridad jurisdiccional y le suma la participación de la víctima en las decisiones sobre posibles beneficios ( para el que todavía pueda acceder a los mismos.
Vale decir que a la condena judicial, le agrega el seguimiento de la víctima, y el ojo vigilador del servicio penitenciario, que ahora si produce dictámenes vinculantes.
Y algunos elementos más para terminar de argumentar sobre este desquicio.
Si ahora están superpobladas las cárceles, cómo estarán cuando se aplique, si sale, esta nueva ley… No solo hacinamiento y maltrato, sino más recursos del estado destinados a sostener el aparato punitivo, mas penitenciarios, mas gabinete, mas cárceles, mas (¿) comida para los presos, y así seguimos.
No sería mejor que nuestros legisladores plantearan inversiones, recursos y políticas de estado preventivas del delito: más educación, más trabajo, menos corrupción penitenciaria, esos sí, verdaderos elementos resocializadores, si los hay.
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Licenciada Elsa Saénz Sartor: “Auguran un escenario más violento aún”
El 23 de noviembre, se dio media sanción a dos proyectos que profundizan la política carcelaria: “Límite de excarcelaciones” y “Pena privativa”. Ambos en la agenda a tratar en sesiones extraordinarias.
El proyecto de limitación de las excarcelaciones, plantea que aun habiendo cumplido su condena, la persona está sujeta a una “evaluación” técnica que incluye la opinión de la víctima y que en realidad encubre una nueva condena sin juicio.
El otro proyecto, restringe el acceso a los beneficios (derechos) a los que la persona cumpliendo condena tiene derecho: incorporación de criterios de evaluación abstractos y subjetivos; elevación del tiempo de condena requerido y exclusión según tipo de delito.
Estas restricciones, dejan prácticamente sin efecto a los estímulos y por consiguiente al esfuerzo por modificar conductas y por construir un nuevo proyecto de Vida. Desestima al mismo tiempo, la evaluación como instituto multidisciplinario apto para diagnosticar el proceso de resocialización y viola normas internacionales suscriptas por nuestro país.
Una vez más, queda en evidencia la necesidad de cargar el peso represivo, sobre los sectores más desposeídos, mientras que vivimos en una sociedad impregnada de diversas modalidades delictivas cometidas al amparo del poder económico y político y de la complicidad de sus admiradores.
Empresarios agrícolas que matan con el uso de químicos letales; empresarios de la industria minera que envenenan ríos y destruyen definitivamente recursos naturales de subsistencia; políticos que financian sus campañas con recursos provenientes de comercios ilegales y hasta en las pequeñas dimensiones, maestros, médicos y tantos otros técnicos y profesionales que dejan sin servicio a sus beneficiarios.
El delito debe ser castigado, todo delito debe ser castigado. Y las penas deben ser proporcionales al daño infligido, se trate de víctimas circunstanciales y con más razón a víctimas de un accionar sistemático que impacta en conjuntos humanos, en sus vínculos y en el medio ambiente.
El sistema de castigo del delito, selectivo y hoy más represivo aún con los que pueblan las cárceles, sumado a la impunidad de los poderosos y de los irresponsables, auguran un escenario más violento aún. Es responsabilidad de todos y cada uno de nosotros, concientizar, alertar, denunciar y actuar en consecuencia, para evitarlo.
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Juan Pueblo: ¡Libertad!
Es increíble pensar como aún existe gente como este “humano” al que se le ocurrió que agravando más la ley de ejecución de pena, quitando derechos a personas a seres humanos para que “ tenga una verdadera resocialización” con este sistema que existe , si las personas entran y salen como dicen los creen que existe la “puerta giratoria” ¿quién falla? El que entró por un delito o más bien en la mayoría de los que conozco, por hambre, por falta de trabajo, por ser pobre, por ser de la villa, por llevar gorrita, portación de cara. ¿Quién falla? ¿Qué hacen los que deben garantizar una “reinserción social” entre comillas porque muchos nunca pertenecieron a dicha Sociedad ya que nacieron marcados por la pobreza excluidos y discriminados.
En mi caso cien veces pedí trabajo camine día y noche en busca de poder ganarme dignamente el pan y mil veces volví con las manos vacías quien nunca tuvo hambre como estos políticos que sólo piensan en un sector y lucrar con los pobres y hacerse ricos a costas de ellos nunca sabrán hasta qué punto puede llegar una persona. Y ni hablar de los cientos de miles que son victimasyvictimarios por consecuencia de las drogas que ¿Quiénes son los que manejan todo eso? ¿Por quienes quedan millones de dólares por el libre pase de drogas?.
“Verdadera reinserción social” te voy a contar lo que veo y se ve en todas las cárceles del mundo, llaveros, agentes , cabos, sargentos, oficiales, alcaides, del menor al mayor negociando drogas, armas, bebidas alcohólicas corrupción sin límites eso es lo que vemos los que acá estamos, sería bueno que quien dice que esto es una puerta giratoria este aquí adentro sólo una semana sólo una semana y que después diga si acá existe el trato digno, las condiciones, las oportunidades para que pueda haber “reinserción social”.
pasar por al lado y aunque sea tan simple y casi invisible ante las barbaridades que pasan acá adentro, que le digas buen día al pasar y ni te miren o te miren con desprecio, que te traten con total desprecio a la humanidad, dígame quien falla??
Demás está decir el rotundo fracaso de la ley Blumberg el agravar no es la solución, agravar es muerte para cientos de miles de personas privados de libertad y familiares. Por un buen trabajo en sociedad para garantizar el derecho de todos, trabajar, trabajar, trabajar, no matar, cambiemos la acción deshacer por hacer.
Condenado, unidad penal 1 de Corrientes
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