Hace casi diez años que trabajo en el poder judicial, cinco de los cuales laburé en la provincia de Río Negro, un año de pasante y cuatro más luego de concursar para pasar a planta.
En el año 2014, varias organizaciones políticas comenzamos una lucha muy importante que encabezó la Coordinadora Antirrepresiva 13 de Enero, la cual concluyó felizmente con la perpetua al policía que mató a Pablo Vera.
Cuando encaramos en aquel momento, sabíamos que podía haber consecuencias. Las más pesadas de esas consecuencias las sufrieron familiares y amigos de Pablo, brutalmente apaleados, detenidos ilegalmente y torturados en una comisaría. Ahora parece que la idea es aleccionar a quienes denunciamos aquellos atropellos.
Me despiden del Poder Judicial por participar de manifestaciones y por hablar en una conferencia de prensa. Parece mentira, pero no lo es. Me despiden por denunciar tortura, privación ilegítima de la libertad y encubrimiento de parte de funcionarios de la justicia, dicen que eso atenta contra la imagen institucional.
No escribo esto para sensibilizar a nadie y no quiero tampoco ponerme en el centro de una situación; me gustaría que todas las personas que pueden leer esto, mis amigos, los que me conocen, o quien sea, vean justamente esa situación, a partir de este relato. Quizás a partir de verlo de cerca, en alguien que capaz que solamente charlaron un par de veces, les caiga la ficha; por eso me parece que valen la pena estas palabras.
La situación es esta: es una ofensiva fenomenal la que estamos sufriendo, de parte de toda la patronal atrincherada detrás del Estado, contra la clase trabajadora. Están envalentonados, nos aplican el ajuste, los tarifazos, nos despiden y nos reprimen por protestar.
Los estatales, docentes, estudiantes y precarizados, entre otros sectores, cuya combatividad aflora en distintas partes del país, nos muestran un camino a seguir: el de la lucha, en unidad, para resistir.
Este viernes 24 de junio en la Ciudad Judicial (San Luis y Av. Roca), los trabajadores judiciales realizamos retención de tareas de 11 a 12.30 y nos vamos manifestamos en contra de los despidos que están ocurriendo en nuestro sector, el mío y el de varios compañeros más, entre ellos un compañero de Bariloche que se resistió a trabajar sin las medidas mínimas de seguridad.
Creo que es importante en este momento el acompañamiento de las organizaciones políticas, sindicales y de quien se solidarice con esta lucha, para que podamos lograr la reincorporación de todos los despedidos y sigamos adelante sin fraccionamientos, en completa unidad, para ponerle un freno a la prepotencia de la patronal.
Ya basta de aguantar, es hora de resistir.
Agencia Para La Libertad, periodismo de intervención social
La APL está constituida por militantes que encarnan una diversidad de ideas políticas e ideológicas. Por ello, las notas expresarán distintos punto de vista y no siempre representarán a la totalidad de sus integrantes. Las diferencias, no antagónicas, enriquecen nuestras miradas y las acciones que encaremos en consecuencia.
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