Porque no son casos aislados, ni tampoco algunos pocos, sino miles de adolescentes y jóvenes asesinados por la mira implacable de las fuerzas de seguridad que custodian fielmente – a través de los funcionarios de turno- la concentración de riqueza más obscena de la historia de nuestro país.

Porque esas balas son la respuesta necesaria para aplacar al espíritu rebelde de aquellos jóvenes a los que, el hambre o el paco, no lograron doblegar en los inclementes desiertos de la exclusión donde nacieron.
Porque el gobierno actual ha gritado a viva voz lo que los anteriores siempre encubrieron: el gatillo fácil es una política de estado que incorpora la Pena de Muerte de hecho en nuestro país.

Porque esa política ha sido, y seguirá siendo, amparada por un Poder Judicial funcional a la clase dominante; garantista y amiga de los poderosos y a su vez, condenatoria de las clases más humildes de nuestros territorios.
Porque han convertido a un sector importante de nuestro pueblo en fieles guardianes de este sistema, a través del comentario fácil y el silencio cómplice, promovidos por los grandes medios de comunicación que monopolizan la información.
Porque hemos comprendido en este tiempo que la verdadera seguridad no reposa en las fuerzas del estado – que son parte del problema que se denuncia- sino en el cuidado y bienestar de todos.

Y ahora que sabemos que no hay accidente, ni error, ni culpables o inocentes, sino simple y sencillamente una guerra que se libra cotidianamente contra nuestros hijos e hijas en forma solapada, nos queda recuperar el coraje para enfrentar estas contiendas donde no sólo se nos va la vida de estos jóvenes sino también la esperanza de un futuro feliz para nuestro pueblo.
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Por eso desde Convocatoria Segunda Independencia les decimos que no habrá paz para los adolescentes y jóvenes en nuestros barrios si no asumimos con convicción la necesaria transformación de un sistema económico, político y social que solo puede ser portador de las pesadillas del hambre, la muerte temprana o la fatalidad que ha ganado a nuestros corazones.

Y ese futuro diferente sólo podrá despuntar desde una verdadera vocación de lucha que destierre definitivamente este sistema. Es a nosotros y a nosotras, hombres y mujeres del pueblo a quienes nos toca asumir la responsabilidad histórica de comenzar a recorrer ese camino para las generaciones que vienen.
Estructura Antirrepresiva – Convocatoria Segunda Independencia -Marzo 2018