Cabe destacar que fui condenado a 6 años y 10 meses y llevo detenido 6 años , pero para su propio criterio el juzgado de San Isidro realizó cómputos insólitos y llevaría detenido tan sólo 3 años . La aplicabilidad de la ley especifica que las unificaciones se deben aplicar para que las condenas se paguen de una sola vez y prohíbe el juzgamiento de una persona por causas separadas. Es decir que no hay que esperar que nadie tenga que agotar una pena para comenzar con otra por separado.
Inexplicablemente, me encuentro con tal problema a causa del incumplimiento del abogado Carlos Aguirre, defensor de oficio que era su trabajo y obligación como funcionario y profesional pedir la unificación de pena. También resalto, que para mí era y lo es aún imposible comunicarme con el juzgado , para saber el estado de mi causa y saber lo que hacía el abogado quien no hizo más que violar sistemáticamente mis derechos.
El juzgado de San Isidro no tomó dictó una sentencia perversa cargada de animosidad y discriminatoria , olvidando así los tratados y pactos internaciones, ultrajando gravemente nuestra Constitución Nacional.Esto es el ejemplo, objetivo, que no se cumplió ni en la unificación de penas ni en e computo definitivo.
Resulta muy claro que “olvidaron” el derecho de igualdad ante la ley
El solo pensar esa idea me retrotrae a lis tiempos de los barbaros del Siglo IX cuando solo se juzgaba por criterios maliciosos y sin ningún derecho de defensa destruyendo así de este modo la misma esencia del ser humano .
Digo esto como so pretexto porque acá se me está juzgando como individuo y no puramente por mis actos cometidos , porque se pasan por alto los tres años del juzgado de Lomas de Zamora. Estoy totalmente de acuerdo que me juzguen y pagar lo que debo, pero no voy a pagar por sus propios “errores” . Ellos proceden con saña y es con falta total del seguimiento específico para el tratamiento de los condenados ya que carecemos de todo tipo de reinserción social por parte del estado .
Digo esto último porque es claro que no se persigue un acto penal , sino que solo se intenta tapar el gran pozo judicial que viene padeciendo la República Argentina , manteniendo presos con retardo de justicia, destruyendo todo tipo de vínculos sociales y los vínculos familiares.
Explayarme más sería hondar más en este martirio de violaciones sistemáticas, que me alejaron de mis dos hijos, y me distanciaría de lo que en vedad nos ocupa: dilucidar el por qué de tanta brutalidad en mi caso concreto. Esto se ha tornado en un caso más de las estadísticas por lo que he adoptado esta medida de huelga de hambre , al haber agotado todas las instancias judiciales.
Yo tomé la decisión: hasta que se haga justicia o hasta el fin de mis días. De ellos será la responsabilidad
Sergio Jorge Leites Rodríguez