«Hernán necesita el arresto domiciliario para que pueda cuidarlo como a un ser humano»

En estos momentos, Hernán se halla “engomado” en los buzones de la Unidad 1 por voluntad propia, para resguardarse –de algún modo-, de la amenazas de muerte que recibió por parte de los uniformados. Por su parte, Sonia refirió al delicado estado de salud en que se encuentra:”Hernán debe ser operado padece un prolapso de colostomía muy avanzado, su estado de salud se deteriora día a día, es de suma urgencia que sea atendido y operado en un hospital extramuros, es por ello que he solicitado a todo tipo de autoridades articulen los medios necesarios para sus internación e intervención quirúrgica. Además padece una hernia la cual es secuela de los golpes recibidos en el Penal de Almafuerte Mendoza”, subrayó a la APL.
Luego, Sonia añadió que “en Olmos no le dan los insumos necesarios, no tiene bolsitas para la colostomía, usa remeras para cubrirse su afección, las cuales luego debe tirar obviamente. Además el mal trato físico y psicológico que recibe a diario es terrible. En la visita del martes 18 de Noviembre apuñalaron a un interno delante todos los familiares que nos encontrábamos en el SUM, fue una situación espantosa y quede muy atemorizada”.

La causa de Hernán Soto Norambuena está radicada en el Juzgado de Ejecución Penal de Lomas de Zamora Nº 1, a cargo del juez Francisco Valitutto al cual la defensa le pidió incansablemente le otorgué el arresto domiciliario dado su estado y atento que el Servicio Penitenciario Bonaerense no puede cubrir los insumos necesarios para su enfermedad. Pero los informes médicos cruzados de los integrantes del área de Sanidad de la Unidad 1 de Olmos, como ser los de los doctores Quezada y el Losinno, lo único que hacen es perjudicar, entorpecer el accionar de la justicia.

Finalmente, Sonia subrayó que: “En el expediente figura que Julio Weimann, director de la Unidad 1, pide se lo traslade a Hernán a Sierra Chica, Alvear, Urdapilleta o Saavedra, alegando que en Olmos su integridad física se encuentra en riesgo. Y es bien sabido que son ellos, los miembros del Servicio Penitenciario que se la tienen jurada a mi marido. Ellos dicen: “la vuelta con Soto está paga, alentando a otros internos a agredirlo. Yo lo único que quiero es que le den el arresto domiciliario, que me dejen cuidarlo como a un ser humano, ya que donde esta lo tratan peor que a una rata. Además, él es muy habilidoso con las manos tenemos pensado un micro emprendimiento, trabaja muy bien la madera, hace barcos, lámparas cuadros, todo está pensando para su bienestar e inserción pero la Justicia, la Policía y el Servicio Penitenciario ponen palos en la rueda”.