Injusta condena y huelga seca

Pedro Lucio Heredia, fue sentenciado a 8 años de prisión por un delito que no cometió, solo por tener antecedentes que pagó con veinte años de encierro.Pedro tiene 51 años, hacía 5 años que estaba gozando de una vida en libertad, de trabajo y familia. Pedro Heredia fue toda su vida un NN, un excluido de esta sociedad. El cura José Miguel de la pastoral está a su lado desde hace diez años, realizaba junto a éste trabajos sociales y con ex convictos, por primera vez logra tener su documento de identidad como también un subsidio para colocar su verdulería; trámites que realiza José Miguel. A Pedro lo condenan sin pruebas técnicas que permitan al fiscal Márquez hacer una acusación partiendo de principios de racionalidad, que es lo que permite evaluar las leyes como justas y legítimas. El Juez Gandarilla quien lo condena, pareciera, que el alegato del abogado defensor, Rodríguez, no es tomado en cuenta por este. Ya que Las pruebas presentadas para la absolución de P. Heredia se ajusta al tecnicismo de probar las contradicciones de los dichos de los testigos más importantes, como anular una investigación realizada por el oficial Otta inducido por un llamado anónimo y un recorrido fotográfico.Esta condena a Pedro tiene varias preguntas, ¿será una lección porque no aceptó el juicio abreviado ofrecido por Márquez y Gandarilla? Pedro estaba investigando un hecho inmobiliario que parte de la municipalidad, el mega-canje de las tierras del aeroclub y la cancha de fútbol, donde dichas propiedades pertenecen al erario público y no pueden canjearse o ¿hay que dar respuestas de una justicia sea como sea a una sociedad que paga por esto?Pedro Lucio Heredia, apenas terminó el juicio ha entrado en huelga seca en un calabozo de castigo de 1,80mts estucado, tres ventanas sin vidrios, se llueve en su interior, un inodoro, un lavatorio precario cuando se aprieta el botón del inodoro sale el agua hacia afuera, más el estado en que se encuentra Pedro, es peligroso por su salud de presión arterial.Pedro es un símbolo de las miles de personas privadas de la libertad mal condenadas por una justicia que no acepta las oportunidades de aquellos que ya purgaron y están transitando una vida social. Esta filosofía de encerrar por las dudas, sin certezas, solo provoca más inseguridad y fortalece el Estado penal (Wacquant) y punitivo.Pareciera que la única libertad que se estimula es la de la circulación financiera. Los derechos fundamentales de los ciudadanos, garantizados en la Constitución, se volvieron papel mojado que no puede asegurar nada a quienes no pueden pagar. Bajo tales condiciones, el triunfo de la racionalidad, parece ya difícil de ser -siquiera-soñado.
Vacap-Villa María- Córdoba