Todos conocimos la carita de Anahí, sus sueños de una sociedad mejor y su lucha incipiente como adolescente por cambiar esta sociedad patriarcal. Los medios nos presentaron la víctima y sus propias hipótesis al respecto.
En Argentina aproximadamente cada 29 horas un varón asesina a una mujer por el hecho de ser mujer. Nos fuimos acostumbrando a esa violencia machista que nos arrebata casi diariamente una mujer, muchas de elles adolescentes y jóvenes y otras tantas madres, quedando sus niñes casi siempre en total desamparo. Cada vez que hay un femicidio, la víctima se convierte en el centro de todas las miradas. Esta también es una historia que conocemos bien, desaparece una de nosotres, se desata una búsqueda desesperada por la familia y amigues, bajo algunos formatos policiales que responden al patriarcado: “se habrá ido con alguien”, “estará enojada” o “ya va a venir”, y muchas veces es la presión social, la movilización del barrio o de la gente, la que le salva la vida a la piba. Pero otras son Anahí.
Hoy podemos decir que ha sido poco lo que se ha avanzado en la investigación. Cuando la causa se fue enfriando, y Anahí dejo de ser portada; también se fue enfriando la presión por saber la verdad. Hoy la justicia intenta cerrar la causa sobre estos dos detenidos, sin mucho más que pruebas viciadas. Pero ¿Qué le paso a Anahí?. En todos los relatos, aun en un testigo que apareció en mayo de este año, la menor estuvo cautiva en casas cercanas a donde apareció, pero la policía tardo días enteros en encontrarla, y nadie vio lo suficiente para precisar donde y quienes. Como así también se acallaron las voces que se referían a “otras chicas descartadas “en esa reserva.¿ Es un modus operandi? ¿Hubo varias? ¿Está relacionado con la trata? ¿Es un lugar elegido porque esta liberado?
Muchas preguntas, una justicia que reacciona tarde, o muchas veces no reacciona., o trata de cerrar rápido con un perejil que sirva para calmar los anhelos de justicia de la familia.
Es necesario revertir estos mecanismos anquilosados, y patriarcales. Deben aplicarse rápidos procedimientos de búsqueda. Y así mismo es necesario trasformar la mirada de la justicia a la hora de desplegar la investigación. Una mirada con verdadera perspectiva de género. Protegiendo la intimidad de la víctima, sus últimos momentos, pero también profundizando la investigación, para que esta sea: seria, independiente y que no demonice a la mujer, que permita llegar a la verdad, sin escudarse en falsos estereotipos, o en supuestos basados en prejuicios sociales.
Una verdad que esclarezca la culpabilidad y haga justicia para la víctima. Justicia que debemos exigir y reclamar desde todos los lugares de esta sociedad.
Nos falta Anahí, y nos seguirá faltando, pero hasta ahora es dudoso todo lo actuado. Mas allá de las pruebas que incriminan a Villalba, nada hay muy probado contra Bazán. La familia de Marcos, ha realizado muchísimas presentaciones con el fin de lograr el verdadero esclarecimiento de esta situación, sosteniendo que Marcos Bazán está preso por “negro, pobre y porque fumaba porro”, un perejil que permite cerrar la hipótesis sin mover demasiado el avispero. Una lamentable realidad de muchas causas, donde se termina incriminado desde el cartonero que pasaba, hasta algún vecino en situación precaria; pero ninguno de los verdaderos responsables. Anahí estuvo cautiva varios días, para lo cual es necesario un andamiaje y estructura que sostenga esa situación, como también algunas complicidades que deben ser investigadas. No podemos contentarnos con: ya hay detenidos, Villalba tuvo que tener cooperación, y no está demostrado que sea Bazan quien se la dio. Este domingo se realizo el festival por: la libertad de Marcos, con una fuerte exigencia, de ¡Justicia real para Anahí, Basta de causas armadas!
¡ Procesamiento a todos los culpables! Amigues, familia y vecinos sostienen que Marcos es el perejil con el que quieren cerrar la causa, pero entienden que solo con una verdadera investigación, y haciendo justicia por Anahí, será posible demostrar la inocencia de Bazán. Numerosas organizaciones de derechos humanos, organizaciones contra la represión policial y la persecutorio y organizaciones feministas nos hicimos presentes para exigir con fuerza el pronto esclarecimiento de la causa, y justicia por Anahí. Entendiendo que los vicios de la investigación denotan un velo que no se quiere correr.
Desde Juntas y a la izquierda hemos acompañado el reclamo de justicia por Anahí, y lo ¡seguiremos haciendo! pero creemos que una investigación oscura no solo mantiene en la oscuridad a Anahí, sino que agrega victimas como Marcos, familia y amigues. Además proponemos como necesario la declaración de emergencia en violencia de género, con la asignación de un presupuesto real que permita la verdadera “protección integral de la mujer” También hacen falta importantes cambios a nivel judicial: una verdadera democratización de la justicia y de la policía: elección popular de los jueces, fiscales y comisarios en todo el país, y juicios por jurados populares
Seguimos exigiendo justicia por Anahí, procesamiento y condena para Villalba, y libertad para marcos Bazán, hasta que una verdadera investigación ratifique o rectifique este rumbo, pero que además avance con los responsables no visibles, como así también una comisión investigadora que evalué el proceso en general y los procedimientos , y la responsabilidades de omisiones o errores “voluntarios”.
¡Exigimos una justicia que haga justicia!