La cuota del jardín de la hija de Macri es más alta que el salario inicial docente

Docentes de varias provincias, como la de Santiago del Estero, sufriendo brutales represiones, siguen peleando por un salario que permita llegar a fin de mes. Los docentes de Santiago hace tiempo que tienen el salario más bajo del país. Mucho más bajo que la cuota del cheto jardín de Antonia.

Educación inicial pública para pocos
Mientras la hija del presidente disfruta la educación trilingüe y las decenas de talleres que tiene la escuela jean Mormoz, miles de niñas y niños de CABA, provincia de Buenos Aires y de todo el país no tienen la posibilidad de acceder a una vacante en jardines maternales y de infantes, porque no hay suficientes instituciones públicas para tantos chicos.

Las pocas estadísticas que hay abruman. En la Plata, por ejemplo, solamente el 1 % de la población platense de entre 45 días y dos años, que asciende a 32.913 bebes y niños, accede a jardines maternales del Estado.

El nivel inicial vive constantemente postergado. En la Argentina hay 638 mil niños de entre 3 a 5 años que no van a la escuela. Además, según datos oficiales del 2012 (en plena época kirchnerista), la cobertura escolar para chicos de 2 años alcanza sólo al 40%, la cifra se reduce a 7% para los de 1 año y llega a 3% para los que tienen entre 45 días y un año. Esto genera, desde la primera infancia, desigualdad. Ya que el Estado deja librado al poder adquisitivo de las familias la educación inicial de los más pequeños.

Defendamos la educación pública
El derechista Macri es coherente. Manda a su hija a uno de los colegios más caros mientras aumenta los subsidios a la educación privada, profundiza el vaciamiento y la precarización de los programas educativos nacionales e intenta amplificar un modelo educativo empresarial.
Es tarea de primer orden defender la educación pública. Organizarnos para luchar por un aumento de presupuesto educativo, el quite de subsidios a la educación privada, la creación de jardines maternales y escuelas públicas y por un salario equivalente a la canasta familiar para todos los trabajadores de la educación.