Los 7 marcharon por Santiago

Justicia x los 7

Bajo las consignas de “Justicia por Santiago Maldonado, el Estado y el Gobierno Nacional son responsables y Libertad para Facundo Jones Huala”, el gentío arrancó en simultáneo de dos puntos céntricos: Avenida de Mayo y la peatonal San Nicolás, y, por otro lado, desde el Árbol de la Memoria de la Plaza 9 de Julio. Allí dónde se leyó el comunicado oficial de la familia Maldonado, al tiempo que se diagramó el recorrido hacía el destacamento nacional de fuerza de seguridad.

Durante el recorrido, por Avenida Yrigoyen, entre cánticos en alusión a la culpabilidad del aparato represivo del Estado y una bandera con la insignia “Terrorista es el Estado”, se hallaba Silvia Rosito, madre de Fernando Latorre, uno de los siete pibes masacrados en la comisaría. Ella, con el rostro desencajado, denunció a viva voz a la responsabilidad absoluta de las fuerzas de seguridad y el encubrimiento por parte de todos los organismos del Estado, reivindicando también su propia y colectiva lucha.

Una vez llegados a la Delegación se cortó en forma parcial un carril de la Ruta Nacional N° 8, la columna de pergaminenses se encontró con móviles policiales, unos con insignias y otros sin identificación, que frente a la convocatoria resolvieron sacarle fotos a los manifestantes y a posteriori subirse a sus móviles y alejarse, ante el avance de la movilización y frente a la voz en el micrófono de Cristina Gramajo, madre de Sergio “Fili” Filiberto, otro de los pibes masacrados en la comisaría céntrica: “Asesinos, basta de matar a nuestros hijos, téngannos miedo, las calles son nuestras”.

Luego de cánticos, abrazos y pedidos de justicia, se reacomodó la manifestación para emprender otra vez el camino de regreso al Árbol de la Memoria, cuando alguien de los allí presentes prendió fuego un cajón de madera y una cubierta neumática en el portón de la Gendarmería. De inmediato, un efectivo reaccionó y procedió a retirarlos del paso con sus propias manos y a apagarlos por sus propios medios. El hecho generó el estallido de Andrea Filiberto, hermana de “Fili”, quién le gritó al policía: “Ven, hijos de puta, qué fácil es apagar el fuego?”.

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OPINIÓN:DE PERGAMINO A CUSHAMEN

El caso Santiago Maldonado, el de la masacre de Pergamino en la Comisaría 1° y tantos otros que involucran a las fuerzas de seguridad como mano ejecutora de políticas represivas tienen varios puntos en común. Por caso, el gobierno, a través de sus voceros de un gran sector de los medios masivos de comunicación, tuvo un papel fundamental: formar la opinión pública y encubrir las responsabilidades políticas y judiciales. Para los medios masivos, Santiago era un hippie, no trabajaba, era un piquetero y un terrorista. Y los 7 de Pergamino, eran pibes chorros. La bajada de línea coincide en que en ambos casos las víctimas se merecían lo que les pasó, que si hubiesen sido “ciudadanos correctos” nada les hubiese ocurrido.

A la vez, tanto con Santiago como con los 7 chicos de Pergamino se difundieron fotos de un ámbito privado, que además de soslayar la confidencialidad de las mismas, de manera perversa y morbosa las viralizaron abusándose del anonimato y la impunidad, buscando el dolor de las familias para minar su resistencia. En ambos casos, una parte considerable de la sociedad se mostró indiferente, al tiempo que otra decidió hacer comentarios criminalizando a las víctimas y responsabilizándolas de su fatal desenlace.

Y por su parte, el poder judicial su sumó al encubrimiento del accionar de las fuerzas represivas del Estado. En ambos casos se trató de embarrar las causas, manipulando la información, investigando a las familias y apuntando todo el tiempo a que la culpa recaiga sobre los jóvenes asesinados. Pergamino y Cushamen no fueron la excepción sino todo lo contrario.

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MENSAJE DE JUSTICIA X LOS 7 A LA FAMILIA MALDONADO

Querida familia Maldonado: Nosotros sabemos lo que están sintiendo, ese dolor y esa bronca que casi no los deja llorar y despedirse de él. Hace casi ocho meses atrás nosotros lo sentimos y hoy lo revivimos junto a ustedes.

Conocemos lo que es no confiar en quienes de alguna manera deberían cuidarnos y sentimos en carne propia lo que les generó ver esas fotos por todos lados, sentir que Santiago era reducido a nada, y cómo su persona era totalmente denigrada. Soportamos todo lo que eso consterna. Quizás por instantes sientan caerse, que el aire les falta y las fuerzas se agotan. También sobrevivimos a esos momentos.

Ocho meses después nos toca estar de pie luchando por la memoria de los nuestros y la de tantos más. Va todo nuestro amor para que se sostengan en esta lucha, con el apoyo de todas aquellas personas que los acompañan en su dolor; esto es lo que nos mantendrá de pie y nos dará la fuerza necesaria para seguir.

Sientan a Santiago presente en cada persona que grita su nombre, sientan como en cada movilización se hace presente, y las fuerzas que desde su lugar él les envía.
No se sientan solos, nosotros y él estamos con ustedes. Su dolor es nuestro dolor.¡Venceremos!
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Los pibes asesinados el 2 de marzo en la Comisaría 1° de Pergamino fueron: Alan Córdoba, Federico Perrota, John Claros, Franco Pizarro, Juan Cabrera, Fernando Latorre y Sergio Filiberto