La censura sí existe, mi amor
Soy periodista radial, publico en mi muro de Facebook noticias y reflexiones que apuntan a incidir políticamente desde mi oficio y activismo. Utilizo mi cuenta para promover las causas con las que comulgo, entre otras, promover una imagen positiva de la lucha feminista, promover el reconocimiento de los derechos humanos de las mujeres y el colectivo de la diversidad y disidencia sexual y denunciar la violencia machista.
El sábado 18/11/2017 a última hora, publiqué un álbum con 205 fotos que testimoniaban la Marcha del Orgullo LGTTBIQ que se realizó en CABA esa tarde, y el domingo al medio día la plataforma Facebook censuró una de mis fotos donde se ve a una muchacha con el torso descubierto manifestándose en la vía pública junto a miles de personas, muchas de ellas también con los pechos al aire, y me castigó con un bloqueo de 30 días.
Entiendo que no solo es discriminatoria la política de Facebook hacia mi persona. En la medida en que prohíben la publicación de senos femeninos que están mostrándose en la vía pública en el marco de una celebración y una protesta, Facebook no sólo impide que publique contenidos directamente relacionados con mi militancia, restringiendo mi libertad de expresión, sino que también está afectando la difusión de las propuestas de las disidencias sexuales que se expresan en la Marcha del Orgullo.
Este conflicto aparece constantemente en la medida en que los reclamos por la igualdad de las mujeres y el respeto hacia la diversidad y disidencia sexuales se extiende del mundo real al virtual. Facebook ha debido enfrentar famosos debates por haber censurado los pechos desnudos de mujeres indígenas de Australia y Brasil. Y a pesar de haber modificado sus normas para admitir las imágenes de mujeres lactantes y mastectomías, sigue teniendo problemas por mantener la censura de estas imágenes, como sucedió recientemente con la actriz argentina Lorena Meritano, que fue bloqueada de la red social por hacer públicas las fotografías de su doble mastectomía en la lucha contra el cáncer o con la fotógrafa belga Marijke Thoen, que fue censurada por publicar la foto de un parto acuático.
Mientras tanto, Facebook aplica discrecional y discriminatoriamente sus propias políticas, toda vez que permite la publicación en otros muros de senos femeninos que tienen como explícita finalidad la deslegitimación de la lucha de las mujeres. Por supuesto que no censura la exhibición de senos masculinos, ya que esto no atenta contra sus normas.
Como feministas, hemos juntado nuestras voluntades con la filósofa Julieta Arosteguy e invitamos al abogado Jorge Alejandro Mamani para que nos acompañe a objetar judicialmente las políticas de Facebook. En mi caso, además de solicitar una Medida Cautelar Urgente, intentaré demostrar que las normas comunitarias de esta plataforma son ilegales y abusivas y discriminan la militancia feminista por los derechos de las mujeres y el colectivo de la diversidad y disidencia sexual.
Los pechos de las mujeres no son pornografía. Basta de censurar el reclamo por la igualdad.