Como se sabe, Luciano se negó a robar para la bonaerense y por eso fue desaparecido. A pesar de la lucha empecinada de su familia y una buena parte de la militancia, los responsables fueron beneficiados por la corporación judicial y por el poder político.
Y aunque los hechos ocurrieron en territorio de Scioli, la presidenta nunca tuvo una opinión contraria que impugnara, por ejemplo, la designación de Granados y no dudó en mostrarse en actos oficiales, a sonrisa pura, junto al sheriff. Tampoco se escuchó su voz ahora, cuando 8 azules recuperan su licencia para matar.
Este respaldo presidencial, destinado a ganar votos perdidos a mano de la derecha massista, es un contundente llamado a persistir con la política de gatillo fácil, reclutamiento forzado de nuestros jóvenes para robos y venta de drogas en beneficio de las policías; y, finalmente, cuando ya los pibes “saben y ven más de lo conveniente” son masacrados aunque los titulares digan “murió peligroso hampón en enfrentamiento”.
Es cierto que el kirchnerismo tiene diferencias con Scioli, pero hasta el momento siempre fueron mayores las coincidencias
. Éstas no solo se dieron con los Kirchner sino con todos los que necesitaron los votos de Scioli en cada ocasión. Recuérdese que éste fue ex Menem, ex Duhalde, ex Nestor Kirchner, ex Cristina Fernández en diversos puestos de apoyo y aún no sabemos si lo seguirá siendo en adelante. Entonces, no es cierto que esta política de devastar a los jóvenes más pobres, sea patrimonio exclusivo del sciolismo. Los hechos y las cifras dan cuenta de una política estatal, sistemática e impune, en todo el país.Es decir, en el mismo lodo se hallan todos revolcaos.
Cómo se sabe, el kirchnerismo, que obtuvo el campeonato mundial de la defensa verbal de los derechos humanos, también alcanzó un galardón similar en la política de “desligue”. Si los crímenes ocurren en otras provincias ellos “no tienen jurisdicción”. Y si las tropelías las perpetra la policía federal o el servicio penitenciario a su cargo, “son responsabilidad” de las respectivas fuerzas/corporaciones, cuyos mandos deben estar en algún planeta lejano del cosmos. Así, el kirchnerismo, sólo tiene jurisdicción en Balcarce 50 y en la quinta presidencial de Olivos, donde no se observan mayores conflictos. Pero la verdad es que la propia Constitución tiene resortes que habilitan al gobierno nacional a tomar medidas, e incluso a intervenir otras jurisdicciones si hay causas que lo ameritan.
¿No lo ameritan, acaso, la desaparición y/o matanza creciente de jóvenes como Luciano? ¿No lo ameritan que un preso o una cautiva mueran cada 38 horas en las cárceles del país?
No, los excluidos, aquellos que no “encajan” carecen de derechos y los gobernantes no se desvelan por los dolores que dejan a una parte del pueblo en carne viva.
Sin embargo, la franja rebelde tomó el caso de Luciano como una bandera en el combate por la defensa de la vida, el presente y el futuro de nuestros pibes, blancos móviles de los jueces de la oligarquía, de las policías “bravas” y del poder político que las parió y brinda protección a sus crímenes. La lucha por el castigo a los desaparecedores no acaba con este tramo de impunidad. La indignación y la rebeldía se movilizan, hoy mismo, 24 de Marzo, para gritar por Luciano, ejemplo de valor y convicciones. Y así seguiremos. Una vez. Y otra. Y las miles que hagan falta para hacer justicia. Luciano Arruga: ¡Presente!