Minutos antes que se realizara la marcha, el jefe Prefectura anunciaba que se había hallado en el río Paraná, “un cuerpo masculino, de mediana edad, vestido sólo con un pantalón azul” muy deteriorado, por haber pasado aproximadamente veinte días en el agua, con un tatuaje con el nombre “Thiago”. Franco tiene un hijo de tres años con ese nombre.
“Alerta, alerta que caminan milicos asesinos por las calles rosarinas”, fue la consigna que más se escuchó gritar frente a la comisaría. Este destacamento está involucrado en casos de trata de niños y por el asesinato de la dirigente de Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina Sandra Cabrera, quien lo denunciara por “coimas y torturas” a compañeras de esta organización.
El defensor general de la provincia, Gabriel Ganón, tomó el caso de la desaparición de Franco. Asegura que, tras la denuncia de desaparición, aparecieron testimonios falsos, aportados por que dicen haber visto al joven con vida en lugares y horarios que su familia desconoce. Incluso en los videos aportados por cámaras de seguridad, los señalados como Franco, no son reconocidos por los padres.
El joven había llegado a Rosario el 6 de octubre para visitar a familiares. Debía tomar el tren de la mañana del día 7 pero lo perdió. Esa mediodía dio aviso a su madre, Elsa Godoy.
Como no regresó a casa de sus parientes de Santa Fe, ni volvió a contactarse con nadie, Elsa logró reunir los $70 que costaba el viaje a Rosario y, lo primero que hizo fue denunciar en dicha comisaría la desaparición. No obtuvo más que dilaciones y falsos argumentos, así que emprendió la búsqueda, como pudo por hospitales, otras comisarías, la morgue, siempre con resultados negativos. Empapeló el posible circuito del hijo con fotos de su rostro, que parecieron ser alevosamente arrancados. Recién esta semana, el fiscal Guillermo Apanowicz le mostró una foto de su hijo en la comisaría donde se lo veía muy golpeado, junto a un acta de detención, cuya firma desconoce. La policía aduce que salió en libertad pero no consta acta de esta situación acto, ni actuación médica sobre el muchacho herido.
Mientras el juez Hernán Postma tomaba declaración al comisario y otros integrantes del destacamento, el secretario de Control de Fuerzas de Seguridad, Ignacio del Vecchio, aseguraba pistas groseramente falsas ante el periodismo.