Consecuentemente, durante estos últimos años la Procuración Penitenciaria de la Nación ha denunciado el incremento de los casos de tortura y malos tratos, así como también, el sostenimiento de las requisas vejatorias, el uso abusivo de los anexos psiquiátricos, la peligrosa e inadecuada asistencia médica y el aumento preocupante de las muertes bajo custodia estatal.
Como corolario del escenario descripto, en el mes de agosto una mujer debió dar a luz a su hijo prematuro en un pabellón, sin ningún tipo de asistencia obstétrica, dado que sus gritos y los de sus compañeras no fueron escuchados. Su hijo permaneció internado en el hospital y murió a las pocas semanas.
Por eso, “Ni una menos” también habla de ellas, de las mujeres presas, cautivas de un sistema opresor que despliega las distintas formas de violencia. El castigo no solo repercute en sus cuerpos, sino que también alcanza a sus hijas/os y familias, en definitiva, a todas/os nosotras/os.
Procuración Penitenciaria de la Nación
Fuente: Prensa PPN