Los privados intentaron dialogar durante la semana pasada con las autoridades del Servicio Penitenciario Bonaerense, quienes solo respondieron con violencia psicológica y desinterés. Amenazaron con reprimirlos, matarlos y trasladar a otras unidades a los sobrevivientes.
“El martes, el miércoles y ayer en la visita en presencia de nuestras familias entró la policía y tiró tiros. Y todo eso delante de nuestros hijos y familiares porque los que manejan el sum son presos que trabajan para la policía, entonces siempre termina todo mal. El jefe de pena, Ramírez, es el que les da a ellos la portación de los “fierros” (facas). “Nosotros queremos que sepan que nuestras vidas corren peligro, somos personas también y nos quieren matar por reclamar nuestros derechos”, afirmó un detenido a la APL.
Hoy a las 14 horas el Director de la Unidad, Villagra, se acercó al pabellón y mediante un texto que uno de los detenidos leyó en su presencia, se comprometió a solucionar el conflicto en el plazo de dos horas. Todavía estamos esperando.