Bayer se merecía semejante homenaje, puesto que fue un gran defensor desde joven de los luchadores anarquistas que forjaron patria en la Patagonia rebelde y trágica, biógrafo esmerado de Severino di Giovanni y Simón Radowitski, dos libertarios de armas tomar que marcaron a fuego a los fascistas de principios del siglo XX, y por sobre todo un duro contendiente de todo autoritarismo, sea militar o civil.
Por eso este sábado se honró también toda su trayectoria como escritor, periodista y forjador de esperanzas para las nuevas generaciones que pueden ver en él un ejemplo poco común en los tiempos que vivimos.
En el escenario, también dedicándole su música estuvieron el Quinteto Negro (tangos libertarios), el charanguista Jaime Torres y el grupo Arbolito. Bayer, agradecido, disfrutó como un niño, que para eso solo cumplía 90, y como ya anunció públicamente, hasta los 100 no para. Salud Osvaldo, y gracias por tu enorme ejemplo de vida.