La huelga del 1° de mayo de 1886, que buscaba consagrar el histórico reclamo de la clase obrera –la jornada laboral de ocho horas-, que terminaría tres días más tarde con una sangrienta represión, centenares de detenidos, golpeados y torturados, es no sólo el hecho que funda el día internacional de los trabajadores, sino también uno de los ejemplos históricos más significativos de la función esencial que tiene por objeto el aparato represivo de la clase dominante.
Muchos años han pasado y sin embargo nada ha cambiado hasta el presente: de la misma forma en que en ese momento los mártires de Chicago eran condenados por el estado norteamericano (cinco de ellos a pena de muerte y tres a cadena perpetua), hoy el estado argentino condena a los petroleros de Las Heras por organizarse y salir a luchar por sus derechos. En ese caso, tuvieron que pasar más de cien largos años antes de que la justicia norteamericana admitiera que se había equivocado; ésta vez, no podemos permitirlo. La historia demuestra que la balanza siempre se ha inclinado a favor de los patrones, como también prueba que sólo la lucha de la clase obrera es garantía de justicia para los compañeros de Las Heras y de libertad para los presos por luchar.
La represión al pueblo trabajador en su conjunto no es un elemento aislado que surge circunstancialmente: es una condición necesaria para el sostenimiento de esta sociedad de privilegios. De la misma forma en que todos los días salen a reprimirnos, todos los 1° de mayo resulta indispensable para la burguesía, invisibilizarnos; de ahí su preocupación histórica por resignificar el sentido de la fecha haciéndola pasar por el “día del trabajo” en lugar del día internacional de los trabajadores.
Es por eso que salimos a la calle, para denunciar que la represión de entonces sigue vigente, expresada en los miles de criminalizados por luchar y en las víctimas del aparato represivo del estado.
¡ABSOLUCIÓN DE LOS PETROLEROS DE LAS HERAS!
¡LIBERTAD A LOS PRESOS POLÍTICOS!
¡CONTRA LA REPRESIÓN: ORGANIZACIÓN Y LUCHA!
E. N. A.
Encuentro Nacional Antirrepresivo
Integran el E.N.A. AGARRE (Acción Grupal Antirrepresiva, Comodoro Rivadavia); Agrupación Otoño Uriarte (Cipoletti); Biblioteca Popular de Bella Vista, Córdoba; CADH (Comisión Antirrepresiva por los DDHH, Rosario); Centro Cultural El Birri (Santa Fe); Centro Cultural Estación Esperanza (Rafaela, Santa Fe); Colectivo de Militantes por los DDHH de El Bolsón; Comisión Antirrepresiva de Corrientes; Coordinadora Antirrepresiva de Córdoba; Coordinadora Antirrepresiva Oeste (GBA oeste); Coordinadora Norpatagónica de Choele Choel; COPODH (Colectivo Popular por los Derechos Humanos, CABA); CORREPI (Coordinadora contra la Represión Policial e Institucional, CABA, GBA y La Plata); HIJOS La Plata; FAM (Frente Antirrepresivo de Mar del Plata); Movimiento Antirrepresivo de Olavarría (Buenos Aires); Sociedad de Resistencia (Mendoza), y adhiere la Plenaria Memoria y Justicia de Uruguay.