La Correpi denunció la “persecución y prisión de la que hoy es víctima” la dirigente social jujeña Milagro Sala. “No se trata de una detención originada en la comisión de algún delito, sino de lisa y llana represión a la protesta”, explicaron. “Más allá de las grandes diferencias que nos separan de Milagro Sala y su agrupación Tupac Amaru, repudiamos la persecución y prisión de la que hoy es víctima, ejemplo de libro de represión a la protesta social”, afirmó la organización. En el texto se detallan algunos hechos que “dan una clara muestra del carácter represivo y pro-patronal del gobierno macrista y de los gobiernos provinciales”.
En esa línea la Correpi alude a “los más de 18.000 despidos, la represión a los trabajadores de Cresta Roja y a los municipales de La Plata, el fallo del Tribunal Superior de CABA que avala las detenciones arbitrarias, el traspaso de la Policía Federal a la Ciudad, sumado a la suba de tarifas y aumento de precios.
Por su parte, la Asociación que nuclea a los abogados laboralistas reclamó que el arresto de Salas es “una nueva demostración de la política de criminalización de la protesta que viene desarrollando el actual gobierno” y pidió “el cese de la persecución contra los militantes sociales”. “El conflicto social, inherente a la contradicción de clase y mucho más en el contexto de planes de ajuste de la economía, no se resuelven cercenando las libertades democráticas, ni persiguiendo a quienes encabezan las protestas”, afirmó la entidad.
A la vez, Rosario Fernández, militante y abogada de la Agencia Para la Libertad sostuvo que: “Como se sabe, Milagro Sala es cuestionada por diversas organizaciones del campo popular que la padecieron. Pero no esto lo que está en discusión. A Sala la persiguen con tipos penales que pueden ser aplicados a cualquier militante que luche por sus derechos. Hoy, el reclamo de su libertad en nuestro reclamo”.