Siendo estas mujeres la porción de población femenina de detenidas más vulnerables, han sido trasladas aproximadamente 30 de ellas con malos tratos, golpes, sin sus pertenencias, a diferentes penales como al complejo penitenciario IV (ex Unidad 3 de Ezeiza), Salta o La Pampa, perjudicándolas en sus condiciones de encierro, justificándolo para alojar a estos esbirros.
Debemos tomar conciencia que los privilegios de los que gozan estos integrantes de las fuerzas al estar en manos de otra fuerza militarizada, oprimen directamente a la población de presas sociales, sus hijos y sus seres queridos, que han de convivir con los monstruos.
No descartamos que en un futuro próximo continúen estos traslados, de las mujeres que aún permanecen en esta Unidad 31, atropellando los derechos más básicos que les ampara.
La dispersión de ellas a provincias tan lejanas, las castiga del contacto de sus visitantes, como perjudica a tantas de ellas de otras nacionalidades, de la protección de sus consulados.
También con este incoherente parche genera una superpoblación en el Complejo IV.
La realidad de las mujeres en contexto de encierro siempre ha sido cruel e indigno, sumándose ahora los inmorales fundamentos de agraciar a los criminales más peligrosos que hoy en día se encuentran entre rejas, lejos de tratarse de una cárcel común.
No sorprende que desde el Estado, sean responsables de estas atrocidades, a las que someten a mujeres de nuestro pueblo, pertenecientes a los sectores más desfavorecidos de la sociedad. Somos consientes que una gran mayoría prefiere mirar a otro lado de las realidades que se sufren intramuros, pero cuando de los genocidas se trata debemos tener claro que supera cualquier ética humana.
Ante la coacción de perder el vínculo con sus hijos, estas detenidas madres, se ven obligadas a someterse a estos métodos nefastos que dirigen sus vidas, perjudicando directamente a los menores.
Nos preocupa el silenciamiento de esta realidad, que día a día se va transformando en atrocidades naturalizadas.
En repudio de los alojamientos VIP a estos crueles responsables de una de las barbaries de nuestra historia reciente, tiene que ser colectivo y masivo como responsabilidad de todos.
Es imprescindible asumir instancias de lucha, ante semejante tenacidad de seguir con la impunidad de los culpables del terrorismo de estado.
No basta con el lamento de esta atrocidad, es necesaria la acción inmediata y urgente de todos.
Coordinadora Antirrepresiva del Oeste