Y en esta tercera audiencia, una presencia y una ausencia.
“Van a estar sentados ahí y yo voy a tener que verles la cara”, dijo Mónica, la mamá de Luciano, llorando. La contención de todos, abrazos y caramelos la fueron calmando.
Y Vanesa, fuera de la sala por el pedido que hizo la defensa de Torales de hacer reserva de su testimonio.
La defensa hizo lo que se esperaba, intentar focalizar sus testigos para ensuciar a Luciano, haciendo hincapié en el robo de un mp3 y un celular que supuestamente él hizo y que terminó con su detención aquel 22 de setiembre de 2008 en el destacamento de Lomas del Mirador, pocos meses antes de que lo desaparecieran y lo mataran.
Los testimonios de los testigos
La defensa llamó en primer lugar al joven Joel Iván Colla, a quien le robaron, hecho por el que fue acusado Luciano.
La fiscalía y la querella se opusieron a que se dé este testimonio: “Se va a hablar de una persona que no está y que no se puede defender. Qué importa si robó o no. Lo que se decide en este juicio es si le pegaron o no”, dijo el fiscal José Luis Longobardi. Por otra parte, “se pone en tela de juicio el honor, la honra y la dignidad de Luciano Arruga”, agregó.
Sin embargo, el tribunal rechazó esta postura y Colla comenzó su relato.
Contó que ese día volvía con dos compañeros desde el lugar donde hacían gimnasia hasta el colegio y, entre las 9.00 y las 10.00, lo abordó una persona “que tenía algo en la mano. Del susto no lo ví” dijo. Luego agregó: “vino alguien a robarnos y nos dijo que no lo miráramos”. El colegio hizo la denuncia y luego, alrededor de las 15.00, fue con su madre, quien firmó un acta, al destacamento de Lomas del Mirador y retiraron lo que le habían sustraído.
El segundo en ser llamado a declarar fue Miguel Ángel Olmos, entonces subteniente. Hoy está desocupado luego de ser condenado –junto a Miguel Sorayre– en una causa por encubrimiento de los hechos ocurridos ese mismo día en el destacamento de Lomas del Mirador.
Relató cómo fue la detención luego de que recibiera un radio indicándoles que tenían que ir hasta el colegio (donde asistía Colla) porque se había producido un robo. Tomó, junto a su compañero de móvil (Miguel Sorayre), los datos de la vestimenta y patrullaron el lugar hasta que encontraron al joven (Luciano) y lo llevaron al destacamento.
Olmos afirmó que quien lo aprehendió fue Sorayre, en una villa: “no recuerdo el nombre, creo que le dicen la 12”. Dijo que se lo “palpó de armas” y que no había testigos porque “la gente que puede ser testigo siempre se viene encima de los patrulleros, quiere que dejemos libres a los detenidos”, pero que no dejó constancia de esto. Relató luego que al llegar al destacamento: “entregué al chico y lo que había robado a Torales”, y que Luciano quedó a cargo de Chapero “en la cocina”.
Luego relató lo sucedido con su remera: “me voy a retirar y me voy a cambiar de civil, porque tenía otro trabajo, y me encuentro con que me habían robado una remera. Primero pensé que era una broma de mis compañeros. Le pregunté a Chapero y me dijo que verifique si la tenía el chico Arruga, que había pasado al baño, donde estaba la remera, y vi que la tenía él puesta”.
Según Olmos, Luciano se quitó la remera frente a él y Chapero, y se la devolvió.
¿Pero se sacó la remera?, preguntó la querella.
-Sí, respondió Olmos.
¿Y desde la cintura para arriba? ¿Quedó en cuero?, repreguntó.
-… no, tenía dos buzos, dijo Olmos.
En pleno mes de setiembre, dos buzos sobre el cuerpo de Luciano, puede definirse al menos como llamativo.
La querella releyó la declaración que Olmos había realizado en otra oportunidad, en la fiscalía, y marcó contradicciones con lo que acababa de declarar tanto respecto a la detención como a quienes estaban presentes cuando el joven devolvió la remera. Entonces se había referido a la presencia de la Ayudante de Guardia, Sandra García, y no de Chapero. García, sin embargo, no fue citada como testigo en este juicio.
La defensa desistió de llamar a Sorayre y convocó a su último testigo, Mónica Viviana Chapero, que actualmente se desempeña en la comisaría de Altos de Laferrere.
“Ese 22 de setiembre Torales era oficial de servicio y yo ayudante de guardia. Estábamos solos en el destacamento. Olmos y Sorayre traen a un chico. Yo me retiro porque Olmos y Sorayre estaban explicando el motivo de la detención. Después lo requisaron, se lo llevaron al cuerpo médico y me lo trajeron a la cocina (…). Yo lo tenía enfrente mío, hablábamos y estábamos los dos solos”, relató.
-¿Recuerda algo en particular?, le preguntó la Defensa.
-“No, fue un día común. Después vinieron los chicos a denunciar, después vinieron la mamá y la hermana de Luciano. La hermana gritaba, pero es algo habitual en los familiares”, respondió.
-¿Por qué gritaba la hermana de Arruga?, preguntó el Tribunal.
-“Estaba enojada. Hablaba con el chico y el chico le contestaba”, respondió sin precisar qué se dijeron.
Chapero afirmó que Torales no estaba en la cocina y que fue ella la que estuvo sola con Luciano hasta alrededor de las 17.00 ya que ese día no realizó sus tareas administrativas habituales en la oficina junto a Torales, sino en la cocina reemplazando a Sandra García (que no estaba) como Ayudante de Guardia.
La cocina es el lugar donde la querella y la fiscalía denuncian que Luciano fue torturado.
Y es por este motivo que el fiscal pidió la nulidad probatoria de este testimonio porque puede ser autoincriminante ya que Chapero “coincide en tiempo, espacio y lugar donde sostenernos que Luciano fue torturado”.
La querella avaló este pedido y agregó además que Chapero estaría autorizada a mentir ante la posible sospecha de su incriminación en la tortura. “Testigo es una persona ajena al hecho”, afirmó, y agregó que este testimonio estaría violando las garantías de Chapero de no incriminarse.
Haciéndose los desentendidos, los abogados de la defensa manifestaron estar “perplejos”: “Ustedes están defendiendo a una persona que supuestamente se está autoincriminando y participó de una tortura”. Y para coronar su humana preocupación, cuando ya no citarían a ningún otro testigo, la defensa accedió a levantar la reserva sobre Vanesa Orieta, para que pueda presenciar el juicio.
El Tribunal llamó a retomar las sesiones mañana viernes a las 12.00 donde se escucharán los alegatos.
Testimonios
Compartimos los testimonios recogidos este jueves por la Red Nacional de Medios Alternativos, durante la tercera audiencia del juicio por torturas a Luciano Arruga.
Agreda: “¿Es necesario que nosotros como ciudadanos les paguemos a abogados de policías que están siendo investigados por torturas?”
Antes de ingresar a la sala de audiencia conversamos con Adrián Ezequiel Agreda, socio y amigo Juan Manuel Combi
¿Cómo estás viendo el desarrollo del juicio?
El juicio tiene vicisitudes que para nosotros no son extrañas en el sentido de la idea de la defensa de instalar una idea acerca de lo que era Luciano, pero bajo ningún punto de vista eso modifica lo que él ha vivido concretamente. Desviar la atención merece en todo caso una crítica ética hacia ellos, porque no pueden desconocer lo que le ha sucedido a él, entonces como no pueden desconocer qué es lo que hacen, lo ensucian.
¿Cuáles son las expectativas que tenés en cuanto a la condena o no de Torales en función de cómo viene desarrollándose el juicio?
En términos jurídicos es bastante complejo, teniendo en cuenta qué tribunal tenemos enfrente. Ese no es un tema menor. No voy a desconocer el esfuerzo que están haciendo los particulares damnificados en ese sentido y puedo adelantar en todo caso que, en mi opinión, daría la cuenta de que efectivamente estamos en condiciones de lograr una condena, sin embargo hay que ser muy fuertes en el sentido de pensar cómo va a jugar el tema de la duda para el tribunal, y teniendo en cuenta qué tipo de tribunal estamos hablando, eso hay que trabajarlo muy bien.
¿Desde lo legal hay posibilidades en caso de que el fallo sea a favor de Torales, que lo eximan de la culpa de torturas, de apelar a otra instancia?
En todo caso, esa es una decisión que tienen que tomar los compañeros que están llevando la figura del particular damnificado, en ese sentido no vería inconveniente teniendo en cuenta que llegamos hasta acá. Yo creo que hay un dato que no se debe dejar de lado, y que hay que criticar concretamente respecto a la defensa, ¿cómo es que los letrados de la defensa pueden llevar a cabo esta actividad a favor de Torales? Es decir, la pregunta es si efectivamente el Ministerio de Seguridad está abonando esos honorarios; me parece un poco un despropósito que el Ministerio de Seguridad, que nosotros la población, le estemos pagando con nuestros impuestos al Ministerio de Seguridad y que ellos les paguen abogados, me parece un poco desproporcionado. En Nación dejó de hacerse hace un tiempo, por suerte. Pero creo que hay que empezar a analizar ese tipo de vínculo entre el Ministerio de Seguridad y la defensa que les pone a sus empleados, y en qué tipo de casos eso tiene que suceder ¿Es necesario que nosotros como ciudadanos les paguemos a abogados de policías que están siendo investigados por torturas?
Pablo: “Que implementen la carátula de tortura por parte de la policía, eso sería un precedente importante”
Pablo es integrante de la agrupación HIJOS Zona Oeste y nos dejé estas reflexiones antes de ingresar a esta tercera jornada del juicio.
¿Cómo estás viviendo estas instancias del juicio?
Acompañando. Hace falta, como siempre decimos, acompañar el laburo de los abogados y la denuncia de la familia tiene que ver con un acompañamiento masivo de las organizaciones, organismos de la zona que siempre estuvimos articulando y laburando junto a la familia por lo de Luciano.
¿Cuáles son las expectativas que tenés, según cómo se viene desarrollando el juicio?
Teniendo en cuenta la justicia y lo impresentable que son, porque este tribunal tiene el antecedente de haber absuelto a un policía que mató a otro pibe, yo creo que la causa de Luciano, no ésta, pero sí la causa por desaparición tiene que ver con un peso importante de la movilización, y además, desde el punto de vista del derecho, con todas las pruebas legales que hay no pueden dar un fallo que sea contemplativo para con el policía, más allá de las movilizaciones y el apoyo político. Que implementen la carátula de tortura por parte de la policía, eso sería un precedente importante para lo que viene y también por lo que está pasando con la policía en la provincia.
¿Lo ves difícil?
Es complicado, la verdad que es corporativo todo lo que tiene que ver con la policía, el poder político y la justicia, tiene armado ese conglomerado mafioso que se apoyan de alguna manera, pero a veces tratamos de romper ese conglomerado y torcer un poco el brazo, esperemos que lo logremos, creo que tiene que ser ejemplar, vamos a ver qué pasa.
Juan Manuel Combi, abogado de la querella: “ninguna persona debe ser torturada en un lugar de encierro, haya hecho lo que haya hecho”
¿Qué fue lo relevante en la audiencia de hoy?
Sigo insistiendo en este intento de preguntar lo que hizo o no hizo Luciano Arruga en el momento de ser aprendido, que no tiene nada que ver con lo que se está investigando acá, un hecho de tortura.
Y aun en esa insistencia lo que hemos visto en esta audiencia es claramente lo contrario: no se puede acreditar el hecho del robo. Pero aún si se hubiese podido acreditar el hecho del robo por el cual tantas preguntas están conduciendo a la defensa a seguir insistiendo, aun si se hubiese probado no hay motivos para tortura ni para todo lo que le hicieron a Luciano ese día.
La impresión que me llevo es lo mismo que ha visto todos, que se ha mantenido la reserva de Vanesa Orieta al solo efecto de que no pueda presenciar la audiencia, como ya lo habíamos anticipado.
Realmente nos duele mucho porque ella es una víctima, es la hermana de Luciano, es una luchadora social. Y que se le haya prohibido presenciar esta audiencia no solo no lo entendemos sino que, en lo personal, me parece una total falta de respeto y estoy triste por eso.
Lamentablemente se ha convalidado esta situación. Incluso hoy cuando empezó la audiencia llamé a la buena fe y solicitamos al tribunal que revea esta situación y le pregunte a la Defensa si solicitaba que la testigo se quede y dijo que se quede pero reservada para no hacerle absolutamente ninguna pregunta y respondiendo en un tono irónico. Y al final dijeron que se podía incorporar. Igual Vanesa va a poder ver los alegatos y estar el día que se dicte el veredicto y va a poder seguir presenciando todos los actos del proceso aunque quieran ponerle una venda y taparle los ojos. Este tipo de cosas lo único que hacen es seguir re victimizando a las víctimas.
¿Había posibilidad de presentar más testigos por parte de ustedes como para volver sobre la acusación de torturas?
No. Nuestros testigos ya vinieron a declarar y fueron claros y contundentes. Además tenemos que decir que estamos ante una situación especial ¿Por qué no hay una gran cantidad de testigos propuestos por las partes? Porque Luciano estuvo detenido en una cocina de un destacamento policial, es decir, gente detenida ahí no había. Entonces, Luciano nos dejó un testimonio a través de su familia, en sus amigos.
Y hay un dato fundamental, el del parte médico luego que la familia afortunadamente pudo llevarlo a Luciano al policlínico y allí pudo constatársele lesiones que tenía luego de haber sido egresado de ese lugar (el destacamento) cuando no las tenia al ingresar, según constata la misma policía.
Nosotros trabajamos con esa prueba, creo por demás suficiente, y es lo que vinimos a trabajar en este proceso.
¿Qué hizo Luciano ese día? A mi me consta que Luciano no robó. Pero si hubiese robado, sigo diciendo lo mismo que dije desde el primer día, lo estaría defendiendo con mayor orgullo aun porque ninguna persona debe ser torturada en un lugar de encierro, haya hecho lo que haya hecho. Nosotros ni siquiera para los asesinos y torturadores pedimos malas condiciones de detención ni tortura. Pero ni siquiera pudieron acreditar el robo.
¿Qué expectativas tenés del fallo, luego de los alegatos de mañana?
Expectativas tengo un montón porque siempre que uno lucha tiene expectativas, siempre con la reserva que hemos tenido muchas trabas en todo este proceso. Y a pesar de ese alegato donde se nos acusa de tener presiones políticas y favoritismos políticos digo que seis años de búsqueda, nuestra vida y la de la familia de Luciano arruinadas, preguntaría qué poder político tenemos nosotros ¿Siete años para llegar a un juicio y dicen que tenemos poder político?
El poder político estuvo ausente en esta causa, en la desaparición de Luciano, en la atención a la familia de Luciano, en generar lugares de encierro con condiciones para que los pibes no tengan que estar en una cocina encerrado ante la arbitrariedad…ahí tiene que estar el poder político y ahí no está.
¿El alegato va a ser por parte de APDH Y CELS?
Nosotros somos una defensa en común si bien como abogados representamos a distintos organismos pero defendemos a un solo particular damnificado. En este caso se va a dividir el alegato en dos personas pero el alegato es uno solo porque lo hacemos juntos y estamos trabajando en conjunto en pos de un mismo objetivo.
Combi mantuvo reservas de la línea argumental del alegato, que será mañana viernes. Y para finalizar agregó: “En este proceso hemos obtenido, creo yo, el apoyo de las personas que necesitábamos que estén acá, que son los organismos, las organizaciones sociales. Independientemente de los partidismos o las visiones creo que todos los que vinimos acá tenemos en claro un concepto básico: que ninguna persona tiene que ser torturada y maltratada y uqe hay que trabajar con las personas humildes que no tienen ese respaldo dentro del sistema judicial ni del poder político del que te habla. Estoy alegre de que en esto estemos unidos”.
Jueves, 7 de mayo de 2015
Red Nacional de Medios Alternativos