El 31 de enero de 2009 Luciano es secuestrado, asesinado y desaparecido por la Policía Bonaerense. Han pasado, desde ese instante hasta esta parte, trece años intensos, ambiguos, con avances, retrocesos, un destacamento policial cerrado y recuperado, convertido en un Espacio de Memoria y Derechos Humanos activo, un policía de la bonaerense preso por torturas y múltiples acciones con el objetivo no solo de buscar verdad y justicia sino de visibilizar una problemática estructural y sistemática desde el regreso de la democracia. Sin embargo, este 2022 nos encuentra hartes, con la mecha cada vez más corta. En estos trece años, ningún funcionario político responsable del crimen de Luciano ha sido ni siquiera rozado por investigación alguna.
Hemos presentado un Jury de Enjuiciamiento contra las fiscales Roxana Castelli, Celia Cejas Martin y el juez Gustavo Banco que aún duerme en los cajones de la Corte Suprema de la Provincia de Bs. As. La causa por la desaparición seguida de muerte avanza a una velocidad que sonrojaría a una familia de caracoles.
La familia de Luciano continúa esperando una respuesta que no debería demorarse ni un segundo más, pero insiste con convertirse en una dilatación temporal absurda e inaceptable.
La furia acumulada nos sirve de combustible para salir a la calle, gritar, construir, acompañar e insistir.
?? Por eso mismo, el domingo 30 de enero volveremos a pedir por Luciano y por los miles de pibes y pibas víctimas de la represión estatal que esta democracia vende humo se cobra gobierne quien
gobierne desde hace 40 años.
Pero la paciencia se acaba, conoce de límites.
Después de tantos años es absurdo pedir justicia a quienes solo pretenden generar impunidad.
Esta es la única violencia terrorista, la del Estado