(Por Gabriela Conder/ Gremial de Abogados y Abogadas) Desde nuestras casas, en plena pandemia y reflejadas en nuestras computadoras estamos viendo cómo se desarrolla un nuevo “Operativo Independencia” sobre el norte del territorio paraguayo. Recordemos que el Operativo Independencia ordenaba a las Fuerzas Armadas de la Nación, mediante el decreto del gobierno peronista y constitucional de María Estela Martínez de Perón, «aniquilar» el accionar de lo que se definía como «elementos subversivos» en la Provincia de Tucumán. Hoy son reconocidos nacional e internacionalmente como actos genocidas con desapariciones forzadas y Centros Clandestinos de Detención en la zona y concluyendo con sentencias dictando la primer condena de la justicia argentina -en 2013- contra Luciano Benjamín Menéndez por crímenes de Lesa Humanidad.
En Paraguay, los operativos de Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), conformado por policías y ejercito del gobierno del presidente Mario Abdo Benítez, se desarrollan en el norte del territorio paraguayo, militarizando y poniendo todo su armamento para aniquilar al Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), matando a campesinos y familiares de les Villalba.
En estos operativos de exterminio, el pasado 2 de septiembre ejecutaron a 2 niñas argentinas de 11 años sobrinas de nuestra compañera Carmen Villalba dirigente del EPP y presa política hace 17 años en la Cárcel del Buen Pastor en Asunción. En este operativo también hirieron en una de sus piernas a “Lichita” Carmen Elizabeth Oviedo Villalba, de 14 años, hija de Carmen Villalba y Alcides Oviedo de los militantes del EPP, quien tuvo que huir para sobrevivir a la masacre.
Luego, el pasado 24 de diciembre, pudimos saber con la detención de Laura Villaba, hermana Carmen Villaba, que perdió contacto con la niña herida “Lichita”, y lugareños han manifestado que se la llevaron militares y personas de civil. Laura permanece detenida en un cuartel militar.
La persecución no es sólo a los del Ejercito del Pueblo Paraguayo (EPP) que luchan especialmente en los departamentos de Concepción y San Pedro ubicados al norte de Paraguay, sino la persecución, criminalización y exterminio de la familia Villalba sin importar que sean niñas.
El Estado paraguayo estableció más de 9,6 millones de dólares del Presupuesto General de la Nación (PGN) de 2021 (Pag.12) para el exterminio -, hasta han pedido con ayuda a los EEUU desde las bancas del oficialismo (diputado del Partido Colorado, Raúl Latorre) pues así se manejan los gobiernos entreguistas y terroristas que consideran que la foto del presidente con los cuerpos de niñas masacradas es un gran triunfo.
¿Donde están nuestrxs niñes?
Hace 40 años el plan sobre nuestros niños era el secuestro y apropiación, que hasta ahora todos los estados han sido funcionales a que esta política establecida por la dictadura como un “botín de guerra” siga funcionando hasta en la actualidad donde existen muchos ya adultos que no conocen quienes fueron sus padres, sus orígenes y su historia; sus abuelas les siguen buscando y el Estado argentino no da respuesta alguna.
Ahora, el Estado Paraguayo desarrolla la persecución y exterminio de les niñes vinculados a campesines combatientes para su escarmiento, ese es su objetivo, y exhibe las fotos de las niñas masacradas para que sepamos que les puede suceder a nuestras niñas si se nos ocurre hacer el ejercicio de nuestro legítimo derecho a liberarnos de la opresión y muerte que ejercen sobre el pueblo los estados capitalistas que dejan a nuestros niños sumergidos en una sistema que se alimenta de elles, les mas chiquites, les mas vulnerabilizades ( en Argentina el 60% de niños se encuentra bajo el índice de pobreza)
Las solidaridades de organizaciones sociales, intelectuales, académicos/as, militantes, activistas, defensores/as de los DDHH, feministas, profesionales, miembros de la sociedad civil, organizaciones políticas se expresan a través de una Carta Abierta al presidente de Argentina para el esclarecimiento del crimen de las niñas y para la aparición con vida de Carmen Elizabeth “Lichita” Oviedo Villalba detenida desaparecida por el Estado terrorista paraguayo.
Memoria, Verdad y Justicia es el clamor que se deberá en nuestros territorios saqueados, explotados, expuestos constantemente al genocidio, repitiéndose constantemente las armas de estos Estados Democráticos que supimos conseguir en América Latina contra su población.
Dónde están los hijes nacides en cautiverio en los centros clandestinos de detención de nuestras compañeras combatientes.
¿Dónde está Lichita?