HIJA

(APL) Desde el Pabellón N° 2 de la cárcel del Buen Pastor, Carmen Villalba escribió, este lunes, el siguiente texto a su hija Lichita (14), secuestrada por el Estado paraguayo el pasado 30 de noviembre, luego de fusilar a Lilian y María, sus sobrinas de 11 años. El hecho fue celebrado por el presidente Abdo Benítez entre risas y aplausos a la Fuerza de Tarea Conjunta que, con regocijo, destacó la prensa paramilitar paraguaya. Carmen lleva más de 17 años en el encierro de un estado terrorista donde sigue viva la dictadura stronista que no cesa de atacarla en lo más profundo. Precisamente de allí, ella forja sus fuerzas y escribe un texto en el que -por caso- dice: «¿Lichita donde estas? Que no te trague el silencio abrumador de las bestias que te hieren, buscando el tiro certero contra  la niña  insumisa que nació en cautiverio con los ojitos abiertos dando sus primeros pasos  en prisión a los 10 meses». (Sigue en link de más abajo).

«SILENCIOS»

«Sangra una niña sobre un lecho lúbrico y un silencio se esconde entre los trapos. Degüellan a un muchacho en una patria y un silencio terrible cierra los campanarios, pone candados en los libros». Jorge Debravo-

Lichita, mi indiecita irreverente, ¿dónde estás?

Silencios, indiferencias y claudicación no toquen a mi puerta, hoy la contienda nos necesita con la palabra, la pluma y el hacer certero de la lucha, con la mente sobria aunque el  corazón este sangrando.

¿Lichita donde estas? Que no te trague el silencio abrumador de las bestias que te hieren, buscando el tiro certero contra  la niña  insumisa que nació en cautiverio con los ojitos abiertos dando sus primeros pasos  en prisión a los 10 meses.

¿Lichita dónde estás? Desde donde estés sacúdete de tus amarres, no te des por vencida, no olvides  que para vos nunca fue opción  dejarse morir.

Indiecita guaraní no habrá montañas ni cerros que te tragué, el pueblo en lucha te arrancará desde donde estés.

El luctuoso 2 de setiembre que se llevó a Lilian Mariana y María Carmen, despliega un atronador silencio. Mientras los  indiferentes braman cómplices ante la muerte de cuerpos infantes.

En estos momentos el silencio y la indiferencia es complicidad con los enemigos del pueblo. Es aceptación pasiva de toda la criminalidad de las hordas asesinas del estado paraguayo.