(Marion Saint Ybars, Paris/APL) El jueves 25 de febrero, Estados Unidos bombardeó Siria en la primera intervención militar de la era Biden. Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos al menos 17 combatientes pro Irán han muerto.Según un comunicado emitido por el Departamento de Defensa de Estados Unidos, el ejército llevó a cabo bajo el presidente Biden, un ataque aéreo contra la infraestructura utilizada por las milicias respaldadas por Irán en el este de Siria. Esta declaración justifica la acción definiéndola como una respuesta a los ataques con cohetes contra posiciones estadounidenses en Irak, que coincidieron con el anuncio de Washington de un deseo de reanudar el diálogo diplomático con Teherán en relación, entre otras cosas, con el acuerdo nuclear. Según la misma declaración, los ataques «destruyeron múltiples instalaciones ubicadas en un puesto de control fronterizo utilizado por varios grupos militantes apoyados por Irán. Para el gobierno de Estados Unidos, entonces, estas son respuestas «proporcionadas» que dejan un mensaje claro de que el presidente Biden actuará para proteger al personal de Estados Unidos ya los de la coalición.
Este es el primer ataque oficial llevado a cabo por la administración Biden y en medio de las negociaciones de un acuerdo nuclear con Irán. Más allá de lo que diga el Pentágono, este bombardeo muestra claramente que la nueva administración no duda en usar la fuerza sobre el terreno para influir en las discusiones diplómáticas en la más pura tradición del imperialismo estadounidense y lo hace como parte de las condiciones para negociar un nuevo acuerdo nuclear.
Estos enfrentamientos son parte del avance de Irán en la región durante la última década que coincide con la retirada de Estados Unidos tras el desastre de las intervenciones e invasiones en Irak y Afganistán y su negativa a intervenir solo en Siria. Esta retirada de Estados Unidos ha permitido a Irán convertirse en un actor regional al expandir su influencia en Siria, Líbano, Irak y Yemen entre otros. Las sanciones de la era Trump, si bien lograron desestabilizar relativamente al régimen iraní, que ha enfrentado importantes protestas internas por el hambre y el desempleo, no han cambiado el avance regional del país persa que también ha redoblado su retórica sobre el progreso de su desarrollo nuclear. Ahora Biden buscará otra ruta más centrada en los términos de la negociación de un nuevo acuerdo nuclear. Para ello, como puede verse, no renunciará al bombardeo estadounidense en la región y se posiciona en la continuidad del intervencionismo militar estadounidense en la arena internacional.
Además de su justificación defensiva, el bombardeo se asemeja principalmente a un mensaje de firmeza dirigido a Irán. Los expertos coinciden en ver en esta operación un mensaje de Biden, quien de esta manera deja saber a los iraníes que él es el nuevo presidente de Estados Unidos, que ciertamente no es mas Donald Trump, pero que está preparado para responder a los ataques contra Estados Unidos y sus intereses.
EL CORAZÓN DEL CONFLICTO
La suposición de que el problema israelo-palestino se encuentra en el corazón del conflicto árabe-israelí se ha disuelto frente a los numerosos conflictos que están destrozando la región.La guerra civil en Siria ha dejado más de 400.000 muertos y cinco millones de desplazados en los países vecinos. El país está fragmentado entre fuerzas gubernamentales, fuerzas de oposición y territorios controlados por Turquía, el Hezbolá libanés, los kurdos en el noreste y las milicias chiítas iraníes. Rusia, que tiene una importante base naval allí, está bien establecida.
La guerra civil en Yemen se ha cobrado más de 200.000 vidas. Millones de personas desplazadas sufren hambruna.El Líbano está tratando de librarse del control de Hezbollah.Libia se encuentra en medio de una guerra civil y no está claro si las víctimas se cuentan por miles o por decenas de miles.Turquía también es un elemento desestabilizador en el Mediterráneo oriental, en Libia y en Siria y también busca extender su influencia con los sunitas en el Líbano.
Estos conflictos no tienen nada que ver con el enredo israelí-palestino más que Turquía e Irán compiten en consignas radicales. Aún más, los países del Golfo culpan a los palestinos por el rechazo sistemático de las ofertas que se les hicieron en Camp David.
El 21 de enero, el presidente Biden decidió discretamente enviar 500 soldados más a Siria, como preludio del despliegue de 2.000 adicionales mas en el noreste de Siria donde los kurdos de Siria vienen por enésima vez a darse vueltas políticamente ahora significa alinearse con los estadounidenses y su promesa de un estado kurdo independiente, ingresos petroleros autónomos, etc. El objetivo es apretar la soga alrededor de Damasco y Rusia y presionar la base rusa en Qamichli, una base que Moscú ha seguido llenando recientemente con soldados, cañones antiaéreos, aviones y combates.