Diputados aprueban intensificar la acción de las FFAA y policías en los territorios mapuche en lucha

(Por Andrés Figueroa Cornejo/Kaos en la Red) La Cámara de Diputados aprobó, por 61 votos a favor, 31 en contra y 26 abstenciones, el proyecto de resolución presentado por parlamentarios del pinochetismo, que fortalece y legaliza la estrategia oligarca, racista y genocida del régimen de Sebastián Piñera, para facultarlo impunemente a imponer el Estado de Excepción Constitucional y hacer uso de las Fuerzas Armadas en los territorios ancestrales donde las comunidades mapuche luchan por su autonomía, tierra y libertad. El proyecto fue aprobado en forma unánime por el pinochetismo (RN, UDI, etc.), algunos diputados de la Democracia Cristiana, entre ellos, Miguel Calisto, José Miguel Ortiz, Joanna Pérez y Jorge Sabag, además de los independientes Fernando Meza, René Saffirio, Pablo Lorenzini y Pedro Velásquez. Buena parte del Partido Socialista y el Partido por la Democracia, PPD, (ex Concertación) se abstuvieron de votar, concediendo de manera cómplice el curso del proyecto de resolución fascista.

LA VOTACIÓN

El documento aprobado busca «la deducción de acciones penales por delito terrorista en los casos que las circunstancias lo ameriten y la disposición de un Estado de Excepción Constitucional diverso al vigente, que permita a las Fuerzas Armadas y de Orden y de Seguridad hacer frente al poder de fuego». De acuerdo al texto, lo que votó el parlamento (entidad con apenas un 3 por ciento de ‘confianza ciudadana’, según diversas encuestas de opinión) fue una suerte de declaración de guerra contra las comunidades mapuche que luchan cotidianamente por recuperar su territorio ancestral, en la actualidad invadido por la industria forestal, minera y energética, y el latifundio. Sin embargo, en este caso «la guerra» estaría compuesta por una de las Fuerzas Armadas y Policías mejor abastecidas del continente, por un lado, contra un pueblo indígena desarmado, por otro.

El proyecto legislativo, además, facilita los clásicos «montajes» contra los comuneros mapuche, convierte a La Araucanía en un campo de concentración de prisioneros mapuche, legaliza aún más el crimen estatal impune contra la población inerme, y transforma la zona en una región experimental para la militarización integral del conjunto de la sociedad chilena que disiente con el régimen de Piñera y los efectos del capitalismo de vanguardia que gobierna el país desde la dictadura de Pinochet.

Inmediatamente después de la votación en el congreso, comunidades mapuche de Nueva Imperial denunciaron la movilización represiva de Fuerzas Especiales de Carabineros.