(APL) «Ante todo transparencia, hoy quiero dejar sentado públicamente la violencia ejercida hacía mi persona y equipo de trabajo. Lamento profundamente no poder ayudar a la comunidad tlgbi desde lo institucional, puse todo y más. (…)Está demás aclararle al municipio del cual proviene la activista Diana Sacayán asesinada en octubre del 2015, que todo acto de discriminación institucional deberá ser observado y sancionado por el organismo ejecutivo más inmediato. Es mi más sincero deseo que este tipo de burlas normalizadas cesen en los espacios donde se dirigen políticas públicas ya que como dijera Lohana Berkins el tiempo de la revolución es ahora. La población TLGBI+ no puede esperar un día más. Por mi parte seguiré en el camino de una construcción colectiva hacia una sociedad menos injusta». Fragmentos salientes del texto de renuncia de Florencia Guimaraes. (Más abajo, el texto completo)
Por la presente realizo formalmente mi renuncia irrevocable al cargo de titular de la Dirección de políticas TLGBI+ dependiente de la Secretaría de mujeres políticas de género y diversidad del Municipio de La Matanza, designada a partir del 4 de agosto con número de legajo 77…, sujeta al cumplimiento de las disposiciones de los artículos 68 inciso b y 113 de la ley provincial 14 .656.
Contenidos en el decreto 1472/ 2020
Cargo que ejercí a ad honorem.
Pretendo dejar constancia formalmente de la decisión que he tomado a partir fundamentalmente del contexto de falta de estructura, inconsistencia en los planes de trabajo, alteraciones de las funciones, precarización laboral, desconocimiento de la función de nuestra dirección indicada en el decreto de creación de la secretaría, el vaciamiento del criterio institucional de los roles y planes en la función.
Cabe destacar que la alegría y la celebración de la consagración de un organismo de tal calibre impulsado por la necesidad social para brindarle respuesta a la violencia patriarcal, se ve opacado por la ausencia de transparencia, formalidad y ética moral a la hora de cumplir con el juramento y los compromisos contraídos con el pueblo de La Matanza frente al ejecutivo municipal.
Luego de varios meses de construir equipo de trabajo, sin presupuesto definido, sin recursos estructurales, con contratos que fueran no renovados sin mayores explicaciones al equipo que dedicó horas de trabajo, con planificaciones en marcha, se obturó sistemáticamente el diseño y la aplicación de las líneas de acción devenidas de los contenidos y fundamentos de la creación de dicha dirección.
En esta línea es menester destacar el riesgo a la salud al cual las profesionales y trabajadoras en el marco de la pandemia fueron expuestas al no garantizar los protocolos sanitarios correspondientes. Podría enumerar más de un momento donde el conjunto de las trabajadoras de esta secretaría nos sentimos perjudicadas por los modos incorrectos e inadecuados de dicha secretaria por la exposición y la falta de consideración a los planes de trabajo realizados.
Numerosos correos electrónicos oficiales dejan constancia de los intentos de comunicación y articulación con quienes conducen la secretaría hoy. Asombra la falta consideración hacia las funciones de una dirección que tiene a su cargo el abordaje de una de las poblaciones más vulnerables de esta sociedad. Sin duda esto es un indicador fehaciente de falta de voluntad y disposición política para fortalecer y desarrollar acciones en pos de la creación de una estructura que dé respuestas a las demandas y necesidades de la población TLGBI+.
Finalmente, como es de público conocimiento mi identidad travesti y sobreviviente de prostitución está atravesada por una historia de niñez y adolescencia marginada sistemáticamente por el mundo cis hetero patriarcal (educativo, laboral y político). Con orgullo puedo decir que terminé el secundario en el extraordinario plan FINES, orgullo que fue objeto de una burla explícita por parte de la titular del organismo arriba mencionado.
Está demás aclararle al municipio del cual proviene la activista Diana Sacayán asesinada en octubre del 2015, que todo acto de discriminación institucional deberá ser observado y sancionado por el organismo ejecutivo más inmediato. Es mi más sincero deseo que este tipo de burlas normalizadas cesen en los espacios donde se dirigen políticas públicas ya que como dijera Lohana Berkins el tiempo de la revolución es ahora. La población TLGBI+ no puede esperar un día más. Por mi parte seguiré en el camino de una construcción colectiva hacia una sociedad menos injusta.
Saludo atentamente.
Florencia Guimaraes
Alberto dice:
Toda mi solidaridad para con vos y tu equipo.