El Estado patriarcal secuestra e incinera a la mapu para penetrarla en su profundidad

(Por Bárbara Taboada/APL) En estas horas en las que la bronca y la angustia nos invaden, hacemos saber que el fuego sigue en todo puelmapu/patagonia, pero sostenido por los medios cipayos de incomunicación, con el objetivo de siempre: criminalización, muerte y/o despojo contra la nación mapuche; nación que sufre pérdidas irreparables en todo orden y un profundo dolor a causa de las afecciones materiales e inmateriales en todo wallmapu (territorio ancestral), usurpado para el saqueo criminal desde hace dos siglos. Mientras aún muchxs de nuestrxs lamngen (hermanxs) apagan el fuego sin ayuda de los municipios; se busca instalar la idea de que integrantes de la nación mapuche son los posibles culpable de ocasionar los 7 focos del incontrolable de fuego. En Cholila, Lago Puelo, El Hoyo, Golondrinas, Maitén, Comarca Andina el estado patriarcal incinera a la mapu (espacios materiales e inmateriales), busca ultrajarla y penetrarla, para dar lugar a sus negocios extractivistas serviles a multinacionales y terratenientes, pero el humo enceguece y busca taparlo todo.

Durante estos meses, los habitantes de Chubut se opusieron fuertemente a los proyectos de megaminería que el Gobierno buscó imponer. Defendieron en las calles una posición bien tomada, contraria a la que los sectores políticos pretendían.  Lxs pobladorxs actuaron en defensa de la naturaleza y del agua porque entienden que nada hay con mayor valor.

La nación mapuche existe desde hace 30.000 años asumiendo una vida en armonía y co-existencia habitable. Nuestrxs ancestrxs han sido protectores de montañas, lagos, mares, animales y vegetación ese es el legado que se nos ha dejado; ya que todo lo que existe es misterioso, está vivo y co-existe en nuestro interior. Por eso somos territorio, y por tanto, en nuestro azmapu las leyes no las rige el hombre ni la mujer, sino que fueron comprendidas a partir de la contemplación y observación en/de la naturaleza y sus pungen pu pillan (espiritus protectores/fuerzas).

Nos preguntamos entonces ¿Cómo puedan buscar culpar de tanta devastación a quienes entregan su vida y se exponen por proteger los bosques y los ríos?

¿Con qué sentido un mapuche querría quemar todo el territorio, no entienden que con ese acto se mataría así mismo?

Quienes buscan destruir para sacar provecho, deben ser ajenos a nuestro sentir. Deben haber perdido el sentido de la vida, deben carecer de conexión alguna con el suelo que los nutre. No deben saber lo que se siente tener el corazón enrraizado, nos abrán sentir ni respetar el mensaje que en cada sitio, árbol, o pájaro habita. No hablaran con el mar, ni con la lluvia.

Ellxs no deben soñar con sus abuelxs, ni saben leer las señales.

Ven a las montañas como materia prima, y al agua como recurso que cotiza en Wall Street.

Se debe ser muy pobre para haber perdido lo humano y negar de aire puro, de lawen (plantas medicinales) de oxígeno y flores a las próximas generaciones. Se debe ser muy ignorante para creer que el dinero vale más que todo esto.

EL ENEMIGO INTERNO Y SUS CÓMPLICES

Florencia Arietto, ex asesora en seguridad de Patricia Bullrich acusó sin pruebas a la nación mapuche de haber ocasionado los incendios. Dijo en su cuenta de twitter: “Responsabilizo al gobierno nacional por las consecuencias materiales y de vida, por su posición pública a favor de la guerrilla mapuche RAM-CAM que está literalmente incendiando la Patagonia”.

En la misma línea, este jueves el senadornacional por “Juntos Somos Río Negro”, Alberto Weretilneck dijo al diario Clarín tener fotos que apuntarían a 3 personas mapuche como responsables de lo acontecido.

Claudio Andrade quien con ansias escribió esa nota expuso: “Los presuntos autores de los siete focos de incendio que tuvieron en vilo a la Comarca Andina y provocaron la destrucción de más de 200 casas, con un saldo de unos 30 heridos, fueron identificados en la últimas horas como al menos tres personas que integran agrupaciones militantes mapuches radicalizadas”.(https://www.clarin.com/sociedad/identificaron-sospechosos-provocar-incendios-patagonia_0_6DOBLwc_I.html).

Julio Argentino Roca debe sentir orgullo al saber que su legado sigue firme e intacto.

En estos últimos días la codicia arrasó más de 2000 hectáreas, destruyendo más de 200 viviendas, y dejando personas heridas, evacuadas y desaparecidas; tal es el caso de Sixto Garce, puestero que se encontraba en la zona de El Maitén, al cual su familia busca con ayuda de las comunidades.

EL ENEMIGO INTERNO HABITA EN EL ESTADO Y EN LA IGNORANCIA PREPONDERANTE

Ahora sí que han gestado una gran cortina de humo, en un contexto alienante, el objetivo es que lxs argentinxs pierdan la mínima capacidad de ver lo evidente, y quizás lo consigan si no se enteren a tiempo que debajo de estos bosques incinerados hay oro, y las mineras tienen allí sus concesiones ilegales; por tanto, al enemigo deberían buscarlo en otro sitio, porque los dejará sin agua y sin futuro por delante.

En 2015 Federico Soria, Investigador, Técnico en Conservación de la Naturaleza y Posgraduado en Diseño y Administración de Áreas Protegidas, había informado en su blog sobre la relación entre incendios de bosques nativos y extractivismo:

“Según el Catastro y Padrón Minero de la Provincia del Chubut (documento público de registro minero de la provincia) existen en total 4.895 concesiones mineras otorgadas, que en total abarcan algo más del 20% del territorio provincial. Más del 60% de la superficie total concesionada es para búsqueda, exploración o extracción de oro o uranio. Cada concesión minera es un pedazo de territorio que el estado provincial otorga a particulares, personas físicas o empresas, para la prospección (cateo), exploración (manifestación) y explotación (minas). O sea, un pedazo del territorio donde el Gobierno está suscribiendo la posibilidad de que allí el particular que es dueño, por cuenta propia o de terceros, pueda llegar a desarrollar en algún momento una explotación no deseada por la población que habita ese territorio o su entorno.”

“En el mapa precedente puede apreciarse que los derechos mineros están distribuidos en casi todas las regiones de la provincia. Hay una importante concentración en la meseta central; y si bien hay algunos yacimientos ya determinados y listos para ser explotados (minas), que son los polígonos rojos en el mapa; en la meseta predominan los polígonos de otros colores (cateos y manifestaciones), lo cual quiere decir que, a groso modo, actualmente, en esa región las corporaciones megamineras están abocadas sobre todo a la búsqueda de minerales más que su extracción. Pero si nos situamos en la cordillera, veremos que los polígonos rojos predominan por sobre los de otros colores, lo cual evidencia claramente que los minerales ya han sido descubiertos y cuantificados, puesto que ahora figuran en el Padrón y Catastro Minero como minas registradas. Hay localidades como El Hoyo, Epuyén, Cholila y Esquel, que están completamente rodeadas por decenas de estos polígonos rojos.

El problema es que en la cordillera hay bosques, (así como también hay lagos, hay ríos con sus nacientes y hay glaciares) y el oro está debajo del bosque. Dadas las enormes dimensiones que tienen las explotaciones de megaminería metalífera hidrotóxica (los pozos a cielo abierto, las escombreras y los diques de colas), para que extraigan el oro, el bosque en su totalidad debe ser eliminado, y desde ya, los incendios van abriendo el camino…”

Fuente: http://federico-soria.blogspot.com/2015/04/incendios-en-chubut-y-el-oro-que-esta.html

¿Hay vacunas contra la imposición extractivista? Porque al parecer, de eso no nos cuidan…