(Por Adriana Revol/APL) Luis Alberto Santa Cruz, de 46 años, fue detenido el 31 de enero por tentativa de robo, y derivado a la UCA (Unidad de Contención de Aprendidos). El jueves tres de febrero a las cinco madrugada Luis tiene una crisis, posiblemente de abstinencia porque era alcohólico. Lo aíslan para su resguardo, para «contenerlo» mejor, y a las dos horas lo encuentran ahorcado con una cadena. Quedó internado en terapia intensiva en el hospital Misericordia, con muerte cerebral. El siete de febrero lo desconectaron, sus órganos fueron donados. No queremos más «suicidios». Sea como sea el estado es el responsable!!!
Dicen que en estas instituciones deben velar por la integridad física de las personas, y no condenarlas a muerte.
También un 7 de febrero de hace nueve años, apareció «suicidado» Roberto Agustín Irusta. Él venía padeciendo distintas torturas y tratos inhumanos de parte del servicio penitenciario de Córdoba.
En el 2019 el Comité de Naciones Unidas contra la Tortura y Otros Tratos o Penas Crueles, Inhumanas o Degradantes (CAT) intimó al Estado argentino a llevar adelante todas las acciones necesarias para investigar, juzgar y reparar el asesinato de Roberto Irusta. A pesar de esta condena de la ONU, el servicio penitenciario continúa impune. Nadie fue ni siquiera sentado en el banquillo de los acusados, lo que muestra la convivencia del poder judicial con la tortura.
No queremos más «suicidios»!!!
Sea como sea el estado es el responsable!!!
Adriana Revol
Militante anticarcelaria