Respaldada por sus compañeras, Carmen Villalba denuncia el ensañamiento de sus carceleros contra ella y sus vínculos

(APL) Doscientos ochenta mujeres prisioneras en la llamada Casa del Buen Pastor, Asunción, Paraguay, compañeras de Carmen Villalba, reclamaron por los derechos vulnerados a la compañera ante el Mecanismo Nacional contra la Tortura. Especialmente, la restricción en el horario de visita, una de las tantas formas de torturar. En el texto, las mujeres destacan que «practicamos la solidaridad sin llevar en cuenta religión, ideologías políticas, causas, razas, nacionalidad, orientación sexual y otros. Todas tenemos el mismo derecho y hace más de dieciocho años que nuestra compañera Carmen Villalba le imponen un horario de visita con régimen diferenciado, siendo ella la única de la población penitenciaria nacional que sufre esas discriminación». El horario segregaciónista del SPF paraguayo reduce a 2 horas las visitas a Carmen,  mientras lxs presxs de todas las cárceles de este país tienen 6 horas.

Asimismo, la propia Carmen escribió la siguiente Carta dirigida a las autoridades donde da cuenta, detalladamente, de todos los esfuerzos que realizó por la convivencia  y la relación de lazos de afecto que se establecieron con sus compañeras. Entre diversas iniciativas,  ella formó parte de la solidaridad, ayudas mutuas o apoyos de contención de primeros auxilios en psicología, carrera que estudia en estos difíciles años. Sobre el final de la misiva Carmen enfatiza que «No está demás contextualizar la ilegal e ilegítima prisión que se me impone hallándome en última etapa para agotar agotando instancias en el país y recurrir ante la CIDH ante la ilegalidad del cómputo», tras haber cumplido -sobradamente- los 18 años de condena.

Carmen Villalba militó en las filas del partido Patria Libre y luego en la guerrilla del Ejército del Pueblo Paraguayo.  Fue apresada en 2003 y es la presa política más antigua del país.

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CARTA DE CARMEN VILLALBA

Señores directores

Correccional de Mujeres

Casa del Buen Pastor

 Respetuosamente vengo a REITERAR la petición presentada conjuntamente con mi abogada defensora, Dra, Daisy Irala Toledo, en fecha 12 de abril del corriente año, por el derecho que me asiste de igualar mi horario de visita con el resto de las mujeres privadas de libertad.

Dicho derecho me es conferido por el Art. 87 – punto 7A de la ley 5162/2014 – Sección I: Derechos de los Internos, y su concordancia con la Ley 5777 de Protección Integral a las Mujeres (Art. 6 incisos n y ñ, Art. 8 y Art. 11).

Hace 18 años y 10 meses se me impuso un régimen de visita de 2 horas (fuera del horario de todxs lxs presxs del país, quienes cuentan con 6 horas de visita de 9:00hs a 15:00hs) normativa segregacionista y discriminatoria, aplicado en exclusiva a mi persona (este régimen de visita no es aplicado a ninguno de lxs 14 mil personas privadas de libertad del país). 

En fecha 12 de abril junto con mi Abogada defensora, Daisy Irala Toledo, he solicitado se me iguale mi horario de visita con las demás mujeres privadas de libertad del Buen Pastor, sin embargo, dicho pedido me fue negado bajo argumentos infundados e ilegales. En la argumentación violatoria de varias leyes, la resolución DAL N° 40/2022 inequívocamente sólo busca criminalizar mi persona violando garantías constitucionales más elementales como la No discriminación e igualdad ante la ley.

Sobre la aplicación de la ley 5162/2014 Art 202: Peligrosidad o inadaptación. Dicha ley entró en vigencia en el año 2014, 10 años después de la causa 1129/2004 que se me imputa. Claramente violatoria de las siguientes leyes: Art 14 de la Constitución Nacional de la irretroactividad de la ley que dice cuanto sigue: «Ninguna ley tendrá efecto retroactivo, salvo la que beneficie al encausado o condenado»; Ley N°5162/2014 Art 11 – RETROACTIVIDAD: «Las normas contenidas en el presente Código serán aplicables en forma retroactiva, solo cuando sean más favorables a los prevenidos y condenados». Cabe recalcar que la aplicación en mi caso violenta mi derecho a recibir visita social como las demás MPL del país, por ende, no puede considerarse que me sea favorable, sino, discriminatorio y segregacionista. Es pertinente recordar que el Equipo técnico-criminológico remitió en el 2017 a pedido del Juzgado de Ejecución la calificación de mi conducta como MUY BUENA.

Mis argumentos basados en la vida y convivencia dentro del penal que intentan demostrar que el único objetivo de dicha recomendación es criminalizar mi persona y mi opinión política e ideológicamente: La resolución nunca ha tenido en cuenta mi trabajo, mi contribución para con las demás presas -que a continuación explico-, mi empeñado para estudiar (superando obstáculos que algunas directoras de turno buscaron impedir prohibiéndome asistir a clase). En el 2008/2009, al constituirme en prisionera visitada por la Cruz Roja Internacional, presente un proyecto de Taller-Escuela de artesanías y contribuí una vez aprobado en su implementación con financiamiento de la CICR. Los 10 años de vigencia del Taller – Escuela «kuiña katupyry» formó 25 artesanas por año, 250 mujeres privadas de libertad recibidas de artesanas constituyéndose como la alternativa laboral principal de las mujeres privadas de libertad del Buen Pastor y tomada por el Ministerio de Justicia como parte de su política de reinserción social. Dicho esto, cabe hacerse la siguiente pregunta: ¿Porque los directivos del penal tomaron e impulsaron con beneplácito, como parte de su política de reinserción social, los 10 años de implementación del Taller-escuela kuña katupyru financiado por la Cruz Roja Internacional -CICR- y, sin embargo, han silenciado y nunca reconocido que soy la autora y gestora de dicho proyecto? Esta iniciativa personal tenía el propósito de ayudar a mis compañeras privadas de libertad de condiciones humildes.

EL segundo factor importante que es necesario destacar, es la convivencia desplegadas y autogestionadas por las mujeres privadas de libertad que habitamos el pabellón de máxima seguridad. Pabellón donde las diferencias y contradicciones, son resueltas utilizando la palabra y el diálogo colectivo. Pabellón de donde sale la solidaridad para con las compañeras de otros pabellones del penal y formas de convivencias que celosamente impulso y cuido. La práctica nos ha enseñado que entre mujeres privadas de libertad no existen contradicciones que no puedan ser resueltas con diálogo. Hace 18 años que nuestro pabellón, donde hoy 19 mujeres privadas de libertad habitan, nos constituimos como el único pabellón del Buen Pastor libre de venta y consumo de algún tipo de droga ilegal y buscamos reemplazar los psicotrópicos por terapias alternativas. En la cárcel sólo van los pobres, con cientos de penurias y necesidades, lugar donde abundan estresores y crisis, ante cuya situación hemos aprendido que, al mirarnos como hermanas y compañeras de desgracia, debe mediar la solidaridad, ayuda mutua y buen relacionamiento para de esa forma alivianar y mitigar los efectos deshumanizantes del encierro.

Estos hechos objetivos contrastan con la caracterización de inadaptación o peligrosidad, que, sin elementos objetivos me califica la dirección del penal, siendo que el mismo artículo 202 dice, «La peligrosidad o inadaptación a que se refiere el artículo anterior han de ser APRECIADAS POR CAUSAS OBJETIVAS EXPRESADAS EN RESOLUCIÓN FUNDADA».

 En cuanto a las supuestas posibilidades de agresión de familiares de las demás presas en contexto de visita:

Los altos funcionarios, directores y antiguos guardias están en conocimiento de las formas de interrelaciones construidas, articuladas y dadas entre las mujeres privadas de libertad y familiares. Nosotras hemos construido lazos de amistad, solidaridad y ayuda mutua para sobrevivir y contenernos en prisión. Esta forma de convivencia es extensiva a los familiares. Un ejemplo muy reciente es de el caso de Ña Elvira, de condición muy humilde, por quien sus compañeras presas hicimos una pollada con aporte de ex presas y todo lo caudado fue entregado a su hija para contribuir con su familia. La reciente lucha por la reconstrucción de lazos con los hijxs, constituyó también preocupación y pedido de los familiares quienes quedan encargados de los hijxs. Fueron los familiares quienes lidiaron con un caso de suicidio de un adolescente y brotes de trastornos surgido entre los niñxs por haberse interrumpido en el año 2018 (antes de la pandemia) la visita prolongada que siempre tuvieron los hijxs de las mujeres privadas de libertad del Buen Pastor.

 Para los familiares de las presas del Buen Pastor no soy ninguna extraña. Siempre me encuentran del lado de mis compañeras mujeres privadas de libertad luchando por derechos y reivindicaciones y formando parte de la solidaridad, ayudas mutuas, o apoyos de contención de primeros auxilios en psicología.  Las familias, las visitas que lxs directores del penal esgrimen sin sustento, de que «en el sentido de que interactúe con las demás personas (visitantes) puedan eventualmente agredirme». Nada más lejos de la realidad. En innumerables casos me hicieron compras en el supermercado o  me acercarme insumos para mis trabajos de artesanías, es decir, no se perfilan ni remotamente relaciones que se salgan del canal solidario y de hermandad.

No está demás contextualizar la ilegal e ilegítima prisión que se me impone hallándome en última etapa para agotar agotando instancias en el país y recurrir ante la CIDH ante la ilegalidad del cómputo.

                                                         Sin más, y a la espera de una pronta y favorable respuesta, saludo a Uds. atte.-

Carmen Villalba