(Por Julia Callejón/APL) Se cumple un nuevo aniversario del 3J, y lamentablemente este año, mujeres y disidencias, debemos redoblar esfuerzos porque sabemos que nos enfrentamos a un gobierno misógino y machista. Javier Milei le ha declarado la guerra al movimiento de mujeres y disidencias. Sostiene discursos de odio y al hacerlo habilita ataques lesboodiantes como la masacre de Barracas, niega la violencia de género, la brecha salarial, y nos somete a mayor precarización, hambre y miseria. Un gobierno ultraderechista que, al negar la perspectiva de género, pretende ignorar que quienes más sufren el ajuste “motosierra” son mujeres, disidencias y niñeces.
Sin embargo, el 8M, a solo tres meses de asumido Milei, el movimiento feminista le marcó la cancha al gobierno, en el día Internacional de las Trabajadoras. A la par que provocadoramente el gobierno eliminaba el “Salon de la Mujer” de Casa Rosada, miles salieron a las calles contra las políticas de ajuste, los despidos, las privatizaciones y los ataques a nuestras conquistas, como el derecho al aborto y la condena al uso del lenguaje inclusivo. El 8M fue una movilización masiva, que logró desafiar el protocolo represivo de Bullrich y superó todas las expectativas de convocatoria en todo el país.
Por eso, este 3J tenemos que decir más que nunca Ni Una Menos, exigir justicia por el lesbicidio de Pamela, Roxana y Andrea. También mostrar nuestra fuerza para oponernos a la sanción de la Ley Ómnibus, y para derrotar las medidas de ajuste de Milei, el FMI y los gobernadores.