(Por Fernanda Giribone/APL) En un contexto de crisis económica y caída del poder adquisitivo, donde la pobreza ya alcanza al 57,4% de la población (según el Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina), el escándalo al rededor de los alimentos retenidos por el Ministerio de Capital Humano suma un nuevo episodio. Por sobre todas las cosas resulta sorprendente  cómo es que el Gobierno se niega a repartir comida (ya comprada), y con esto se infringe a si mismo una nueva herida en el “costado” de la estabilidad política, con una catarata de acusaciones, renuncias y despidos.

La ministra de Capital Humano ya tiene una denuncia penal en su contra por asociación ilícita, desvío de fondos y pago de sobresueldos.

Por qué el Gobierno ocultó que la gestión de Pettovello también compró parte de los alimentos que hoy están frenados. Por qué se despidió a Pablo de la Torre, de Niñez, Adolescencia y Familia.

Parte de la información que actualiza el escándalo la aportó el mismo ministerio cuando respondió la solicitud del Juez Federal Sebastián Casanello, quien había ordenado informar el detalle del stock de alimentos. En la información brindada se pueden constatar dos datos que llaman la atención, el primero es que la administración actual realizó compras, -aunque el gobierno haya sostenido tercamente que el stock derivaba de la gestión anterior-, y lo segundo es que alguna de estas compras se realizó a empresas sospechadas de corrupción. Estos proveedores fueron denunciados por ellos mismos (Ministerio de Capital Humano) por “direccionamiento”, sobreprecios, cartelización en las compras y falta de trazabilidad.

En función del problema del vencimiento de los alimentos acopiados se despidió a Pablo de la Torre. El Ministerio comunicaba oportunamente que: “A raíz de una información recibida sobre el estado y fechas de vencimiento de determinados productos adquiridos por el gobierno anterior se ha llevado a cabo una auditoría y se ha decidido limitar las competencias de los funcionarios y empleados responsables que, por mal desempeño de sus tareas, no han realizado un control permanente de stock y de vencimiento de mercadería”.

Pettovello intentó de esta manera descargar la culpa en De la Torre. Sin embargo en medio de denuncias por ineficiencia y sospechas de corrupción, ya son 15 las renuncias en el Ministerio tras la salida de De la Torre. El escándalo escala ahora a problemas en contrataciones y sobresueldos. Luego de que se conociera que se tomaban empleados por medio de la Organización de Estados Iberoamericanos, la Ministra enfrenta los rumores de un supuesto esquema de recaudación ilegal y de contratar personal de forma maniquea (por ser conocidos de…), personas que además no iban a trabajar.

Tal vez a raíz de esta situación, que ya se propaga al área de Educación (donde también se contrató personal y se realizó compras directas a través de convenios con la OEI, es que el gobierno se encuentra sosteniendo a la ministra Sandra Pettovello como un paladín de la justicia y de la lucha contra la corrupción K.

El ejecutivo y las carteras, hablando de “comedores fantasmas” con una violenta campaña persecutoria contra las organizaciones sociales, optó por el momento por no opinar sobre la situación interna, la denuncia penal a Pettovello y las renuncias.  Además de que, con los últimos cambios en el Gabinete, tras la salida de Nicolás Posse, la cúpula libertaria prefiere calmar las aguas, apuntalar lo que ya tiene y evitar más modificaciones.